viernes, 25 de abril de 2008

Si..si está bien.

Debe haber algo más. Lo supongo pero no lo puedo aseverar; y en este caso la duda no me genera un desvelo, puedo convivir con ella (quizás sea por la resignación de que no hallaré una certeza; y si la hallo, ya estaré del otro lado de la vida).

En matemáticas, la inclusión del cero permite explicar la ausencia o el vacío. Y su extremo opuesto, esto es, la noción de infinito, lleva consigo lo que no alcanzamos a expresar, lo que concebimos como un absoluto o, si se quiere, casi una totalidad.

- Ya basta.
- ¿Por? ¿Qué pasó?
- ¿Para qué diablos te sirve preguntarte esas cosas?
- Hum...Supongo que para tener una visión más amplia del mundo.
- Te hubieras dedicado a la Astronomía.

...¿Y quién te dijo que no me dedico a esa disciplina? Si por las noches miro a la luna posarse en mi ventana; usando como elemento el telescopio de mi corazón, buscando estrellas y deteniéndome en la más bella, que brilla siempre para tí, a pesar de esos berrinches, los tuyos, que logran alcanzarme en forma de meteoritos.

Ahora me pregunto… la totalidad del infinito es… si...si...está bien. Hasta mañana.

Adolfocanals@educ.ar

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