Tendencia es la propensión o inclinación hacia determinados fines. Y propender es inclinarse, por naturaleza, hacia algo en particular.
Las aguas en las cuencas propenden, por gravedad, al punto más bajo formando esteros y ríos.
Al igual que las aguas, con o sin voluntad, propendemos a nuestros propios esteros y ríos.
Conformamos así nuestro destino.
Tendemos a hablar con determinado acento y a cierta distancia entre nosotros; nadie nos enseña la distancia con que nos juntamos a conversar, simplemente la aprendemos y tendemos a ella.
Y qué pasa si nuestra tendencia, desapercibida, es un error. O, simplemente, si existiera una tendencia mejor y con más beneficios.
Hay veces que subimos escaleras y, al final, arriba, nos damos cuenta que están apoyadas en el muro equivocado.
Al parecer es importante para nuestras vidas saber de nuestras tendencias.
Tendemos a vivir en mundos creados por nosotros, productos de nuestras interpretaciones y construcciones mentales.
Nuestras tendencias las heredamos dentro de nuestra cultura.
Para sentir el vértigo del águila requiero volar, para sentir el vértigo de la vida requiero estar vivo.
Y lo estoy. Tengo una nueva tendencia.
adolfocanals@educ.ar
Las aguas en las cuencas propenden, por gravedad, al punto más bajo formando esteros y ríos.
Al igual que las aguas, con o sin voluntad, propendemos a nuestros propios esteros y ríos.
Conformamos así nuestro destino.
Tendemos a hablar con determinado acento y a cierta distancia entre nosotros; nadie nos enseña la distancia con que nos juntamos a conversar, simplemente la aprendemos y tendemos a ella.
Y qué pasa si nuestra tendencia, desapercibida, es un error. O, simplemente, si existiera una tendencia mejor y con más beneficios.
Hay veces que subimos escaleras y, al final, arriba, nos damos cuenta que están apoyadas en el muro equivocado.
Al parecer es importante para nuestras vidas saber de nuestras tendencias.
Tendemos a vivir en mundos creados por nosotros, productos de nuestras interpretaciones y construcciones mentales.
Nuestras tendencias las heredamos dentro de nuestra cultura.
Para sentir el vértigo del águila requiero volar, para sentir el vértigo de la vida requiero estar vivo.
Y lo estoy. Tengo una nueva tendencia.
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