jueves, 8 de mayo de 2008

Narciso, un rumor del bosque.


Narciso era hijo de una ninfa azul llamada Liríope. Su madre, al nacer, había sido advertida por el adivino Tiresias:

-Tu hijo vivirá muchos años…, con la condición de que nunca se conozca a sí mismo.

Narciso creció y se convirtió en un bello muchacho. Las ninfas estaban enamoradas de él; pero él no hacía caso a ninguna.

Un día, Narciso fue al bosque a cazar ciervos. De cerca le seguía la ninfa Eco, que, por supuesto, también estaba enamorada de él (como todas).

Eco solamente podía repetir las voces de los demás, pero no podía empezar una conversación… Así que no sabía cómo declararle su amor a Narciso.

Cuando éste se encontró perdido en el bosque, gritó:
-¿Hay alguien por aquí?

Y la ninfa Eco contestó:
-¡… aquí!

Y Narciso:
-¡Ven!

Y Eco:
-¡Ven!
-¿Por qué no vienes?
-¿Por qué no vienes?

Narciso creía que se burlaban de él; así que se marchó y siguió adentrándose en el bosque (para perderse más). Y Eco se sintió disgustada y rechazada por la marcha de Narciso. No había podido declararle su amor…

La diosa de la caza, Ártemis, escuchó los lamentos de Eco y pensó que ya estaba bien... Narciso nunca entregaba su amor a nadie… Así que hizo que se enamorara de la primera persona a la que viese.

Narciso, perdido en medio del bosque, agotado y sediento, llegó a un arroyo de aguas claras. Cuando se arrodilló para beber, vio su rostro reflejado en el agua. Y se enamoró de sí mismo.

Se gustaba tanto que acercó su rostro al espejo de agua para darse un beso…

-¡Chasss!
Y cayó al arroyo.

Y todos los animales del bosque que lo vieron no dejaron de reírse desde entonces. Y estos animales contaron la historia a otros animales. Y la historia fue corriendo..., y el tiempo pasando…, y así ha llegado el cuento hasta aquí, en forma de rumor.

adolfocanals@educ.ar

No hay comentarios: