De niño pensaba que el atardecer era una hora mágica
porque los arboles suspendan la respiración
(antes de pasar de respirar de oxigeno a respirar anhídrido carbónico)
Hacían, hacen, una pausa.
Y solía decir:
mira...las plantas han dejado de respirar
A esa hora, en mi lugar, todos los pájaros en los árboles
(suelen ser gorriones) empiezan a cantar al unisono
Y la gente puede volverse invisible cuando esta cambiando la luz
Yo siento por eso que mi hora es el crepúsculo...
adolfocanals@educ.ar
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