Hay días en que nuestro cuerpo añora las alas que una vez tuvo.
Hay días en que lo único que
desea es escapar de todo y... volar.
¿Alguien te dijo que jamás podrías volar?
No lo creas... todos somos capaces de ello.
a menudo
echamos la culpa a los demás de tal incapacidad,
pero son nuestras mentes a las que dejamos que
con cierto tipo de pensamientos nos aten al suelo.
Por qué contentarnos con vivir a rastras
cuando realmente sentimos el anhelo de volar.
Es preciso elevarse con las alas del entusiasmo.
Si se razona no se volará jamás
Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe...
Sólo muestran limitaciones.
con tu entendimiento,
Y ahora... vuelas hacia una montaña
Usalas, son tuyas.
adolfocanals@educ.ar
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