jueves, 14 de agosto de 2008

CARAMELO ... a mi hija con amor - (Elisa Golott)

Ilustración: Nicoletta Ceccoli


La miro desde lejos y veo que se levanta del cómodo sillón

con sus clásicos movimientos gatunos.


Se despereza...

y con paso lento y sinuoso se acerca hacia mí ...

“- mi caramelo gordo”- le digo.


Siempre ha sido como un caramelito, gordita,

blanda, suave, esponjosa, perfumada, sedosa;

es tantas cosas confortables y queridas.

Es mi niña adorada, con sus ademanes suaves y delicados.


Ella vive en una nubecita color rosa, nada la toca,

Se eleva por los aires montada en su nube,

acaricia los pájaros y los sopla con aliento a menta fresca.


Su pelo castaño le cae por la espalda como torrencial lluvia.

Sus ojos son dos aceitunas, grandes, jugosas.

Me mira con dulzura y

su carita se ilumina cuando acaricio su piel de duraznillos peludos,

tan tierna y delicada.


Etérea, juguetona, ingeniosa; rosa pálida y olorosa;

frágil como la espuma,

parece que de repente se transforma en aire y luego en todo.


Llegaste a mí para perpetuarme

y para que mi paso por esta vida no haya sido en vano.


Quiero que te quedes así por siempre,

revoloteando a mi alrededor como una mariposa.


Elisa Golott (2005).

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