Paula Marco
Un, dos, tres!! Ale hop!!! ...
Repetía una y otra vez, pero no funcionaba ¡algo fallaba!
Qué puede ser?
Si ya le di de comer, eructó, le lavé los dientes,
le cepillé el pelo, le di un baño y la sequé...
Dale!! Muévete!!
Y la araña no se movía, se acabó la fiesta,
pero ella no se acordaba...
de la hora de la siesta!!!
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