Aunque el rojo se oscurezca,
aunque las partículas de luz irrumpan en mi oscuridad
cuando los gritos terminen en sus silencios,
aunque la demencia se resigne a ser pasado,
aunque la urgencia se desprenda de los átomos,
aunque el olvido machaque mis nombres y el laberinto certero me licue la certeza,
aunque la noche desconozca mi ventana y la luna prefiera otras pupilas,
aunque la lluvia no acaricie más mi cara,
aunque la hemoglobina no se abrace más al hierro
y el ventrículo izquierdo ya no se quiera contraer,
aunque los océanos se harten de tanta sal y el universo completo empiece a colapsar,
aunque las dendritas prescindan por fin de lo axones,
aunque las cuerdas vocales se destrocen entre ellas,
aunque las ganas se infecten y se descuelguen de las venas,
aunque las emociones se desdibujen del aire,
aunque la nada sea todo el todo y aunque todo sea por fin nada
Siempre quedará un sentir
y en él
te escribiré.
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