Queiles
Ella se sentía libre.
Tenia la vida trazada en las coordenadas de la libertad .
Su altitud y latitud vitales la encaminaban a ser ella misma .
Aquella mañana como cada dia se desperezó , abrió los ojos ,
reanimó su cuerpo y su razón ,
desayunó (poco, como siempre)
y salió de casa hacia su destino fijo de cada día .
Al cabo de tan larga jornada se vio sentada con un puñado de frases entre las manos y pensó: "Por ellas soy libre" y se alegró de pasar el día en su pequeño templo de palabras.
Se sentía acompañada por ellas. Cada cierto tiempo paraba a contemplar en la pantalla de su computadora, un pequeño mapamundi en el que dos puntos verdes se posaban sobre dos ciudades del mundo distantes entre si dos centímetros y medio de mapa.
De cada punto brotaban ondas concéntricas que se entrelazaban a medio camino.
Las distancias del corazón nada tienen que ver con kilómetros, nudos o años luz.
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