
Una pequeña mariposa revoloteando,
tan sólo eso,
tan insignificante movimiento y se mueven cielos enteros.
Un aleteo leve y sutil,
etéreo como la vida misma,
pero de vital importancia.
Un diminuto y minúsculo ser,
que,
hace de la metamorfosis su vida.
A cuántos cambios nos enfrentamos?
Acaso no somos como las mariposas?
Nos engendran, nos formamos, nacemos,
nos desarrollamos e inexcusablemente perecemos.
Creemos ser fuertes cuando maduramos,
y seguimos estando a merced de cualquier revoloteo del destino;
de la propia maraña del destino de nuestras decisiones.
La mariposa de nuestra vida.
Planificamos nuestra existencia para conseguir estabilidad,
pero nos olvidamos del efecto mariposa de nuestro sino.
El destino agita sus alas
y nuestra existencia se tambalea cual desastroso
y caótico tsunami.
Un aleteo... cambios... alegría... tristeza...
vida... muerte...
El efecto mariposa.
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