En la luz de tus ojos me reflejo,
con galaxias dormidas entre ángeles
de amor ensimismado por visiones
de supernovas blancas y sonámbulas.
La sombra de los días hace eco
en planetas sin límite de edad
y en estrellas lejanas que susurran
con besos de submundos entre diosas.
A través de los rayos del sol negro
y la traviesa luna sicalíptica,
alegría al mirarte en la distancia.
Ilusión en el trono de la noche
desde Alpherat que danza con los velos
de nebulosas ebrias por el éxtasis.
Ana Muela Sopeña
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