El punto marcado es nuestro Sistema Solar dentro de la Vía Láctea
Hoy estuve pensando mucho en lo insignificantemente pequeños que somos en comparación con todo lo que nos rodea … hacia el cosmos.
Imaginen que en el universo existen, al rededor de 14.000.000.000 (catorce mil millones) de galaxias que incluirían 14 mil millones de planetas cada una.
Todos estos cálculos son estimativos, ya que es aun mucho más grande, a tal punto que no podrían cuantificarlo jamás con la tecnología actual.
Si se trazara un punto a cada extremo del universo y viajáramos de un punto a otro tardaríamos 14.700 mil millones de años, viajando a la velocidad de la luz (300.000 km/seg.) es muy difícil de imaginar siquiera esta ecuación tan imposible.
Un año luz es una medida de distancia y no de tiempo.
Mide la distancia que la luz tarda un año en recorrer.
Para poner en perspectiva esto,
digamos que la velocidad de la luz es de 300.000 kilómetros por segundo.
El resultado de multiplicar este número por 60 (para transformarlo en minutos)
es 18.000.000 km por minuto.
Luego, nuevamente multiplicado por 60,
lo transforma en 1.080.000.000 kilómetros por hora
(mil ochenta millones de kilómetros por hora).
Multiplicado por 24 resulta que la luz viajó 25.920.000.000
(25 mil millones de kilómetros en un día).
Finalmente, multiplicado por 365 días, un año luz
(o sea, la distancia que la luz viaja por año)
es de (aproximadamente)
9.460.000.000.000 (casi nueve billones y medio) de kilómetros.
A todo esto, nuestro tamaño individual en comparación con el universo,
seria millones de veces más pequeño,
que un simple protón atómico, que mide 1 × 10–15 m.
su masa es :1,67262 × 10–27 kg en comparación a nuestro cuerpo.
Imaginan eso?
Intenten encontrar entonces un límite.
Hagan una cadena imaginaria que conecte a un átomo de nuestro cuerpo,
con el mismísimo universo todo y van a notar que existen,
infinidad de “pseudos sistemas” que comparten características afines.
Un buen ejemplo seria: un Átomo y nuestro Sistema Solar;
ambos están compuestos por un núcleo y partes orbitantes en torno a su mismo centro...
¿Hay mucho que pensar no?
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