Toquetean gotas por su piel mojada.
Sigo los surcos por sus caminos.
¿Pienso? No: miro.
Rueda el minuto.
Tic... tac... tocatic, tic...
Gris:
mi vida, este día... gris.
Su lengua: bla bla bla bla bla;
mi cerebro: blup... reblup... queteblup...
Dardo hastiado al parloteo trepanante.
Nada. A lo suyo.
¿Resoplido intencionado?
Que no, ¡que si! Desconecto.
Horizontal,
a perderse en el cielo raso.
Dun dubidí dun da.
Sincopemos, sincopemos.
¡Sí! Mucho mejor.
¿Se habrá callado?
Ni idea, ya lo sabré...
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