sábado, 14 de febrero de 2009

Confesión del sabio.


Vivía solo. 
Murió súbitamente, rodeado de miles de libros, papeles, 
cuadros y testimonios de gratitud de instituciones científicas. 

Cuando revisaron todo aquello encontraron un papel azul 
con el comienzo de una confesión: 
“Yo hubiera querido ser actor”.

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