jueves, 26 de febrero de 2009

El pago ...


—No es con monedas que pagarás el viaje.
—Pero tenía entendido que…
—Sandeces de rapsodas borrachos.

 ¡Qué sabrán ellos! 
¿Conservas la llave? 

—El soldado le miró perplejo

—. La llave que cerró tu alma.
—¿Te refieres a… esto?

 —Sostenía en alto su amuleto, 
el casquillo de la primera bala que disparó.
—Sube.

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