Gráfico que muestra las concentraciones de NO3 en una muestra de un núcleo de hielo. Crédito: Yuko Motizuki, et al.
Los astrónomos árabes y chinos dejaron documentos históricos sobre una supernova que tuvo lugar en nuestra propia galaxia en el año 1006 (SN 1006), y otra 48 años más tarde (SN 1054). Algunos de los escritos sobre SN 1006 dicen que hubo una explosión visual de la mitad del tamaño de la luna llena, y que era tan brillante que los objetos en el suelo eran visibles durante la noche. Sabemos que estos escritos no eran meras imaginaciones fantásticas debido a que ahora tenemos los “restos” de estas supernovas; el remanente de supernova 1006 y la Nebulosa del Cangrejo. Pero ahora hay más pruebas. Un equipo de científicos japoneses ha encontrado las primeras pruebas de supernovas en una muestra de núcleo de hielo.
Los rayos gamma procedentes de una supernova cercana deberían tener un impacto significativo en nuestra atmósfera, en particular produciendo un exceso de óxido de nitrógeno. Los núcleos de hielo se sabe que contienen una rica información respecto a climas anteriores, y los científicos creen que las muestras de núcleos podrían registrar también fenómenos astronómicos. En 1979, un grupo de investigadores sugirieron la idea cuando encontraron picos de concentración de iones nitrato (NO3-) en una muestra de núcleo de hielo en el Polo Sur que podría correlacionarse con las conocidas supernovas históricas de Tycho (1572 D.C), Kepler (1604 D.C), y SN 1181 (1181 D.C). Sus hallazgos, no obstante, no estaban apoyados por posteriores exámenes de otras investigaciones usando distintos núcleos de hielo, y sus resultados permanecieron como confusos y controvertidos.
Pero en 2001, un equipo de científicos de Japón taladró una muestra de hielo de 122 metros en la estación Dome Fuji en Antártica, un lugar tierra adentro en el continente antártico. A un profundidad de aproximadamente 50 metros, correspondiente al siglo XI, encontraron tres picos de óxido de nitrógeno, dos de ellos con una separación de 48 años y fácilmente identificable como pertenecientes a SN 1006 y SN 1054. El equipo especula que el misterioso tercer pico puede haber sido causado por otra supernova, visible sólo en el hemisferio sur.
Adicionalmente, el equipo vio una variación de 10 años en los niveles de fondo de óxido de nitrógeno, casi con certeza causados por el ciclo solar de 11 años, un efecto que se ha observado anteriormente en núcleos de hielo. Esta es una de las primeras veces que se ha observado una distinción en el ciclo solar de 11 años para un periodo anterior a los estudios pioneros de las manchas solares de Galileo Galilei con su telescopio.
También observaron un número de picos de sulfatos procedentes de erupciones volcánicas conocidas como las de Taupo en Nueva Zelanda, en 180 D.C y El Chichón en Mexico, en 1260 D.C
El equipo dijo que un análisis extendido a núcleos de hielo más profundos y superficiales daría una provechosa información sobre la historia de las supernovas galácticas y la actividad solar, y que actualmente están en proceso de hacer medidas iónicas que cubren los últimos 2000 años, incluyendo análisis de todas las supernovas conocidas y periodos solares.
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