Lenta, delicadamente,
el hada del polvo lo deposita sobre cada objeto inmóvil y olvidado,
saluda al hada de los dientes que lleva otra pieza a su castillo.
Más de uno le han señalado que, de usar la fuerza,
obtendría los dientes mucho más rápido.
Tontos, no saben de la constancia y la paciencia.
El tiempo está de su lado.
Su hermana obtendrá los dientes de cada cadáver de la humanidad,
y ella, tarde o temprano, los sepultará a todos bajo el polvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario