Aclaramos al lector que el espacio no es frío sino que más bien carece de temperatura.
Ocurre que el espacio actúa como un sumidero de temperatura,
es decir “absorbe” el calor de los cuerpos que flotan en él.
La respuesta a lo que le sucedería a un hipotético vaso de agua que se “teletransportase” súbitamente al espacio abierto es que herviría en lugar de congelarse.
A medida que la presión del aire decrece, también disminuye el punto de ebullición del agua,
lo cual explica que esta hierva mucho más rápido en la cima de una montaña
que al nivel del mar.
Y esa es la razón por la que los geysers de Encélado
En el vacío del espacio la temperatura de un objeto sólido flotante consiste en la diferencia entre el calor que el objeto absorbe del sol y el calor interno que el cuerpo irradia al exterior.
Y aquí empieza lo interesante, esta temperatura depende de varios aspectos tales
como el nivel de reflexión de la superficie del cuerpo, su forma, masa,
orientación respecto al sol, etc.
Vemos ejemplos.
En el espacio cercano, el aluminio pulido (si se encontrase orientado al sol)
absorbería el suficiente calor como para alcanzar unos impresionantes 450ºC.
Por el contrario, en una ubicación similar,
cierto tipo de pinturas blancas absorberían tan poco calor que su temperatura
rondaría los -40ºC incluso en presencia total de la luz solar.
Teóricamente la temperatura de un objeto situado en el espacio
profundo debería de estar muy cerca del cero absoluto (-273ºC).
Pero incluso en medio de la nada existen partículas y radiación suficientes
como para elevar 3ºC por encima del cero absoluto la temperatura de los objetos.
Si hablamos de líquidos en el espacio,
estos tienen un punto de ebullición tan bajo que prácticamente se evaporan al instante,
y esa es la razón por la que la mayor parte de las sustancias existentes en el espacio
son gaseosas o sólidas.
Si en plena misión espacial, los conductos de las letrinas de los astronautas sufrieran
una fuga que expeliese su contenido al espacio, este herviría violentamente.
Casi inmediatamente después, el vapor de las aguas menores pasaría al estado sólido
(un proceso llamado resublimación), por lo que si te tocase salir a reparar l
a gotera te verías envuelto en una nube de finos cristales de orina.
Podemos plantearnos varias dudas.
Si el agua en el espacio se vaporiza
¿De dónde sale el hielo que forma los cometas?
La pregunta tiene su intríngulis,
porque por otro lado se que la estela de los cometas se forma por
la evaporación del hielo
a medida que estos pasan cerca de una estrella.
La respuesta sería:
Una vez que el agua lanzada al espacio se haya transformado en gas,
podría formarse hielo si el gas se encontrase partículas de polvo espacial,
las cuales actúan como catalizador.
Parece ser que en las frías nebulosas y en las regiones periféricas de las nubes
proto-estelares (justo el lugar en el que se forman los cometas)
existe mucho polvo,
por lo que es precisamente en esas zonas donde el hielo
de agua es mucho más abundante que el vapor.
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