Nota previa:
En este breve artículo solo pretendo exponer una curiosa y extraña relación
causa–efecto que, según muchos autores, originó una de las rebeliones más sangrientas (y tal vez desconocidas) de la Historia:
la Rebelión Taiping en la China del siglo XIX,
con cerca de 20 millones de muertos
(algunas fuentes elevan la cifra a 50 millones)
El origen:
El suspenso en un examen en el que tanto Hong Xiuquan
(a la postre líder e instigador de la rebelión) como su familia,
como el pueblo en que vivía, empeñaron todos sus esfuerzos
(incluso económicos).
Ese fue el desencadenante.
A partir de ahí se sucedió una crisis nerviosa y un colapso emocional
que le produjeron unas visiones y alucinaciones un tanto peculiares...
Es posible que en este caso (como en el de Adolf Hitler, que nombro al final)
pueda ser de aplicación el viejo aforismo legal según el cual
“La causa de la causa es la causa del mal causado”
Vamos con la historia:
Hong Xiuquan, líder de la Rebelión Taiping
Hong Xiuquan (1814-1864) era un estudiante chino ejemplar.
Desde pequeño había demostrado su gran inteligencia,
hasta el punto que los habitantes del pequeño pueblo en que vivía le patrocinaron
en sus estudios, con la esperanza de que pasaría el difícil examen para ser admitido
en el Ejército Imperial y, con ello, llevaría la riqueza y el honor a su pueblo,
familia y amigos.
Pero Hong suspendió por dos veces el examen de acceso.
En 1837, tras un descomunal esfuerzo y preparación a conciencia,
se presentó por tercera vez… pero de nuevo fracasó.
Aquello era mucho más de lo que Hong Xiuquan podía soportar,
produciéndole un colapso emocional que desde entonces le provocó delirios y visiones en las que creyó ver a Dios y a un hombre joven que le acompañaba (Jesucristo).
Obviamente, Hong Xiuquan no era cristiano, pero tenía algún conocimiento
vago y general de esta religión por alguno de los misioneros
que por aquellos tiempos recorrían China.
Como consecuencia de las visiones se consideró a sí mismo como
el “hermano menor de Jesucristo” que había sido enviado por Dios a la Tierra
para “erradicar de China el culto al demonio”.
Ilustración de una batalla durante la Rebelión Taiping
Fundó una secta llamada Los Adoradores de Dios,
que tenía como misión destruir todos los iconos,
estatuas, libros y símbolos no cristianos,
basado en sus visiones y en una interpretación propia de la Biblia.
Predicó una mezcla de religión, política y reforma económica
entre campesinos y mineros, obteniendo un gran apoyo popular debido a la hambruna
que sufría china a finales de la década de 1840
y a la promesa de ayudar a los más necesitados,
creando el Reino Celestial de la Gran Paz (Taiping).
En 1839 reorganizó su secta en una organización militar y Hong Xiuquan inició
su primera revuelta el 11 de enero de 1851, en Jintian,
movilizando a diez mil hombres que lograron someter a las fuerzas imperiales
chinas en dicha ciudad.
que coronó a Hong Xiuquan como rey rebelde de casi la mitad del territorio chino,
y que finalizó en 1864 con su repentino suicidio.
Durante ese periodo de trece años, la Rebelión Taiping se convirtió en una auténtica guerra civil en China, con un total de 20 millones de muertos
(algunas fuentes estiman la cifra de 50 millones)
llegando a considerarse este conflicto como la guerra más sangrienta
previa a la Segunda Guerra Mundial.
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