A principios del siglo XX ir a la playa a tomar el sol y bañarse aún era una novedad, el decoro obligaba en ellas a llevar una prendas especiales, pesadas y oscuras, en donde apenas se enseñaban las piernas y en ellos unos pantalones cortos ajustados y camiseta sin mangas.
A medida de los años pasaban las vestimentas se igualaban entre géneros permitiendo a las mujeres bañarse sin tener la sensación de ir vestidas.
Por entonces el bronceado no era de buen tono entre la gente pudiente, se consideraba que quien tenia la cara y los brazos morenos era porque realizaba algún trabajo a la intemperie: obreros y gente de campo, lo que se estilaba, sobretodo en ellas, era la palidez.
Nótese en la tercera imagen la cantidad de gente que se dedica a mirar el nuevo espectáculo; esa nueva moda que llaman “tomar baños”.
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