viernes, 23 de octubre de 2009

Otra maniobra K.


El Gobierno negó ayer que los sindicalistas Pablo Moyano (camioneros) y Omar Viviani (taxistas) hubieran viajado en el controvertido vuelo 1204 de Aerolíneas Argentinas
a Montevideo, agregado la semana pasada, el día del partido entre la Argentina y Uruguay por las eliminatorias, que incluyó a funcionarios y dirigentes políticos.

Confirmó, de todos modos, la presencia en ese vuelo de Facundo Moyano (el otro sindicalista hijo de Hugo, líder de la CGT), la del diputado porteño Juan Cabandié (Frente para la Victoria) y la de directivos de la línea aérea como el presidente, Mariano Recalde,
y el director Eduardo de Pedro.




LA NACIÓN intentó ayer, sin éxito,
obtener la lista de viajeros.

Al asistir a una reunión de la Comisión Bicameral de seguimiento de las privatizaciones
en el Congreso, Recalde confirmó ayer la presencia de Facundo Moyano, De Pedro
y Cabandié, y dijo haber remitido la nómina al Ministerio de Planificación.

Una hora después, el portal Infobae.com publicaba una de las listas,
la correspondiente al vuelo de ida (1204), de 41 pasajeros

No incluyó sin embargo la lista de regreso (vuelo 1205), que volvió de Montevideo
con unas 15 personas más.

Tampoco la del vuelo 1961, que trajo a los futbolistas hasta Ezeiza y en el que también viajaron extras, lo que provocó quejas en algunos jugadores esa noche.



Inquietud en el Gobierno

Recalde recibió ayer, desde temprano, según fuentes cercanas a la empresa,
muchas llamadas del Ministerio de Planificación y la orden de aclarar la cuestión.

Al mediodía, la compañía difundió tres versiones de un comunicado en el que afirmó que la decisión de agregar el avión había obedecido a que los vuelos 1202 y 1203,
que salieron ese día por la mañana, estaban sobrevendidos.

Sin embargo, empleados de la empresa dijeron a LA NACION que el primero
de los aviones de ese día, el de las 7, había salido con una ocupación de apenas 70%.

En la conferencia, dada junto al secretario de Transporte,
Juan Pablo Schiavi,
Recalde le atribuyó al controvertido vuelo una ganancia
"superior a 10.807 pesos".

El Boeing 737-700 utilizado tiene 144 plazas y voló,
según Recalde, sólo con 41 pasajeros, lo que fue considerado
por el sector una medida de escasa racionalidad económica.

Por cada pasaje se pagó u$s 100,
cuando el valor de venta es de u$s 200

Schiavi objetó esas críticas. "El vuelo fue muy exitoso", sostuvo.
"Fue una excelente decisión ponerlo a volar a Montevideo porque, dejándolo en tierra, seguimos pagando el alquiler del avión, que es un costo fijo",
agregó Recalde, que no explicó las razones por las que el Boeing había permanecido estacionado 7 horas en Montevideo, en lugar de volver a Buenos Aires.

"Con 23 personas pagamos los costos".

"Si con 23 pagan los costos,
yo quiero comprar esa aerolínea",

"Si tenés un vuelo especial por demanda alta y van 41 pasajeros
en un avión de 144 plazas
el gerente comercial es un desastre.

Según datos del fabricante Boeing, el vuelo ida y vuelta
a Montevideo implica un costo de 7600 dólares,
a los que se les deben
sumar 1000 más de alojamiento de tripulación durante
las 7 horas en que el avión esperó.

Para cubrir ese costo, los 23 pasajeros deberían entonces
pagar una tarifa de US$ 374.

O los 41 que efectivamente fueron, 210 dólares.


en resumen...

quiero comprar Aerolineas Argentinas...

y otra vergüenza de los K. y sus secuaces

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