Esta es otra de las imágenes más famosas de la historia que representa
la caída de la Alemania nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
En ella podemos ver a un soldado soviético izando la bandera de la hoz
y el martillo sobre el Reichstag -Parlamento alemán-,
y como todas las grandes fotografías, ésta también tiene sus secretos.
Fue tomada por uno de los fotógrafos oficiales del ejército rojo, Yevgueni Jaldéi el 2 de mayo de 1945, quien también quería pasar a la historia tomando una foto emblemática del ejército soviético como lo había logrado poco antes Rosenthal con los americanos y su famosa foto de Iwo Jima.
Jaldéi consigue una bandera roja y se dirige al emblemático edificio del Reichstag. En la entrada se cruza con dos soldados soviéticos con los que sube al tejado, utiliza un carrete entero y vuelve a Moscú.
Tras el revelado en la Unión Soviética, se dan cuenta de que el soldado que sostiene al compañero que iza la bandera tiene dos relojes en sus muñecas, prueba del pillaje de los soldados rusos.
Consciente de la trascendencia histórica de la que gozaría la instantánea, trató de impedir que se acusara de saqueadoras a las tropas soviéticas y uno de los relojes fue eliminado de la muñeca del soldado.
Del mismo modo se añadió humo en el fondo para darle mayor dramatismo
a la imagen.
Hay que recordar que durante esa época, los relojes y muchos artículos de uso cotidiano como las bombillas de luz o las radios escaseaban en la Unión Soviética y eran artículos muy apetecibles para los soldados rusos.
De todas formas hay que decir que el alto mando soviético había prohibido terminantemente a sus tropas el saqueo de las víctimas.
y se aumenta el humo
Ser el autor de esta foto, más conocida como “La Bandera Roja”, no le sirvió a Jaldéi para salvarse de la represión y sufrió grandes penurias por su condición de judío.
En 1995 recibió un reconocimiento internacional donde también fue invitado Rosenthal.
Ahí exclamó:
“¡Si Hitler supiera que dos judíos inmortalizaron las dos banderas de la victoria!” lo que motivó los aplausos del público.
fuente: sentadofrentealmundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario