Después de 33 años, las naves espaciales Voyager de la NASA continúan trabajando activamente; reuniendo información y comunicándose con la Tierra, y están a punto de llegar donde ninguna sonda ha llegado antes:
el espacio interestelar.
Debido a la desconocida naturaleza de la heliosfera, y especialmente la de su capa más exterior, la heliofunda, no se sabe con exactitud cuando alcanzarán realmente las naves Voyager el “más allá”.
“La heliofunda tiene 4,8 a 6 mil millones de kilómetros de grosor”, dijo Ed Stone, científico del Proyecto Voyager.
“Esto significa que estaremos fuera en unos cinco años más o menos”.
El plutonio-238 de Voyager, su fuente de calor, mantendrá los subsistemas críticos funcionando hasta, por lo menos, 2020, pero después
“Voyager se convertirá en nuestro silencioso embajador a las estrellas”.
Fuente: Universe Today
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