
Hay personas que entienden lo que sea con tal de entender.
Tanto es el pánico a no entender en algunos que, ante un desafío nuevo,
ya arrancan sabiendo.
Entienden la teoría de la Relatividad mucho antes
de que les digan de qué se trata.
"Claro: todo es relativo"
dicen mientras muerden la boquilla de su pipa* con gesto adusto
El hecho de que esa afirmación no tenga ningún sentido en sí misma, parece no preocuparles demasiado.
Pero ¿a qué llenarse la cabeza con tecnicismos como "constante",
"onda electromagnética", "medición" o "éter"?
¿Por qué hay que fingir, en fin, que uno entiende lo que no entiende?
Todo nuevo aprendizaje presupone que uno no sabe algo y que deberá realizar un proceso para entender y adquirir ese conocimiento.
Parece una obviedad, pero mucha gente no da señales de saberlo.
"¿Qué tiene que ver la teoría de la Relatividad"
nos dirá alguno de estos hombres que lo entienden todo sin haber sido ignorantes nunca, "con la vieja pregunta de si existe o no un mundo objetivo?
Al parecer, nada. Al menos, no para ellos.
Empiezo a creer que la verdadera ignorancia consiste en eso;
en no ser capaces de asimilar cuál es el problema que se intenta resolver, cuál es la incógnita a develar.
Es como si estas personas (muy cultas, no lo niego)
, se pesasen la vida coleccionando respuestas a preguntas que, no sólo desconocen, sino que, incluso, en el caso de llegar a conocerlas, no generarían el menor interés, el menor afán de conocimiento en ellas.
El que ya sabe todo, como aquel que nunca se equivoca, nunca llega a ningún lado.
A los ignorantes, a los que asumen todo aprendizaje como un proceso complejo, como un ejercicio racional y crítico, como un trabajo fastidioso que, a veces, sólo a veces, puede ser una maravillosa aventura, les queda la esperanza de encontrar la verdad, o almenos, el consuelo de haberla buscado.
__________*Por alguna razón, siempre fuman en pipa y (en caso de ser de izquierda)usan boina.
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