miércoles, 22 de junio de 2011

Soñar...


Silencio y espera.

 No nos queda otra que mantenernos firmes, quietos,
 esperando nuestra oportunidad. 

Todos impacientes, esperando a que caiga la última defensa.
 Atacamos cuando, por fin, la conciencia duerme.
 Y es entonces cuando comenzamos a dibujar en un espacio vacío.
El sueño nos permite volar.

Creamos con lo que nos permite conocer el día. 
Ante demasiados pensamientos y acontecimientos, nuestra pintura se convierte en caos, y el durmiente tiembla de miedo. 
En el sueño relajado, sonrisas inconscientes afloran en los labios

Neutrales, no queremos ningún mal.
Solo necesitamos exteriorizar el instinto creador. 
Y liberamos lo que realmente se esconde en el alma y en el corazón. 
A veces, cosas terribles. 
Demasiado para que permanezcan dentro.

Abrimos la jaula y después, con la luz del alba, volvemos a refugiarnos
A la espera de que vuelvan para soñar...



No hay comentarios: