Por supuesto, como cualquier año en la historia, el 2012
estará repleto de sucesos y hechos de todo tipo.
Cuando me refiero a que no pasará NADA,
como bien se puede ya suponer, quiero decir que ni habrá fin del mundo,
ni Apocalipsis alguno ni cosas similares.
De todas las referencias que suelen citarse, voy a resumir aquí algunas de ellas.
Los creyentes, por supuesto, seguirán en sus trece, confiando en que el 2012 traiga algún final, trágico o venturoso para algo.
Mientras tanto, basados en datos erróneos e interpretaciones interesadas,
los vendedores de humo seguirán haciendo su agosto a costa de ellos.
Veamos algunos de los malos entendidos sobre el 2012, tanto desde el punto de vista de los “creyentes”, como desde el de los escépticos, o sea, de quienes piensan y analizan lo que dicen de forma racional, buscando el origen de las cosas sin confiar en lo que cuatro gurús de medio pelo digan.
Por cierto, aviso ya desde aquí severamente, empleo el término “escéptico”
como lo que es, alguien que analiza racionalmente
las evidencias disponibles sin dejarse llevar por fantasías sin base alguna.
Lo digo para que nadie se llame a engaño, ya que para cierta gente el término escéptico es sinónimo de descreído que ataca cualquier creencia por sistema.
Nada de eso, lo que se hace es mostrar las evidencias disponibles,
luego que cada cual saque sus conclusiones.
2012: ¿EL FIN DEL MUNDO?
SEGÚN LOS CREYENTES: Creemos que una gran cataclismo o una gran transformación sucederá en el año 2012. Según la arqueología, la mitología y la numerología mayas, todo indica que el 21 de diciembre de 2012 sucederá algo clave en la historia de la humanidad. El planeta y sus habitantes sufrirán una gran transformación física o espiritual. Posiblemente, esta fecha marque el inicio del Apocalipsis.
SEGÚN LOS ESCÉPTICOS: No pensamos que en esa fecha suceda nada significativo, ni que el Apocalipsis comience. La idea de que suceda algo excepcional durante 2012 basada en interpretaciones del calendario de los mayas no tiene ninguna base y es pura pseudociencia. Cualquiera que conozca con un mínimo de detalle la historia y cultura mayas, así como sus calendarios, convendrá en que todo ello se basa en suposiciones sin fundamento alguno.
¿UNA PROFECÍA MAYA?
CREYENTES: El mayor calendario maya, o de Cuenta Larga,
se completa cada 5.125 años, y su próximo final se dará el 21 de diciembre de 2012.
El final de este calendario significa el fin de un gran ciclo y el término o final del mundo tal y como lo conocemos.
ESCÉPTICOS: Se sabe que los mayas empleaban diversos tipos de calendarios, incluso varios de Cuenta Larga o grandes ciclos. Varias ciudades-estado mayas tenían calendarios de ciclo largo diferentes, algunos con ciclos de hasta 7.886 años. Los historiadores expertos en cultura maya señalan que para los antiguos mayas
el final de un ciclo no significaba el final de la creación ni nada parecido.
Incluso hacían predicciones para fechas posteriores a los finales de ciclo y, además, esos puntos finales en su cuenta eran dignos de celebración, no motivo de temor.
CREYENTES: Los textos mayas se encuentran repletos de referencias al 2012,
o en fecha maya: 13.0.0.0.0.
ESCÉPTICOS: Únicamente se conoce una referencia a la cifra 2012 procedente de algún yacimiento arqueológico. Se trata del monumento de Tortuguero, en México. Además, el calendario que empleaban quienes levantaron ese monumento empleaba ciclos de 7.886 años, con lo que 2012 no significaría para ellos el final de nada.
Por otra parte, la mayor parte de la estela aparece hoy día ilegible, por lo que su interpretación es casi imposible de efectuar.
CREYENTES: Los mayas actuales creen que el 2012 significará un “salto”
para la humanidad.
ESCÉPTICOS: Casi ningún descendiente actual de los mayas emplea calendarios basados en los de sus antepasados. Por otra parte, el conocimiento actual sobre esos calendarios se basa en estudios arqueológicos muy recientes. Es más, ancianos mayas como Apolinario Chile Pixtún ha hecho notar insistentemente que el concepto de Apocalipsis es únicamente occidental y nada tiene que ver con su cultura.
CREYENTES: El experto de Harvard Michael D. Coe ha afirmado que el “Armagedón caerá sobre los pueblos degenerados de toda la creación.”
ESCÉPTICOS: Se trata de una frase completamente sacada de contexto. El Profesor Coe cree que la fecha fue importante para algunos grupos mayas, pero nunca pensaron en que tuviera relevancia planetaria. Es más, según sus estudios, los mayas hubieran celebrado la llegada del 2012 como una fiesta, no como algo a temer.
CREYENTES: Los aztecas y los toltecas también nos han legado conocimientos sobre el 2012.
ESCÉPTICOS: No existe ninguna evidencia arqueológica que nos permita pensar que el 2012 fuera importante para ningún otro pueblo o civilización mesoamericana.
CREYENTES: El símbolo maya del Hunab Ku nos muestra el alto grado de conocimiento que llegaron a poseer sobre las fuerzas cósmicas que influyen sobre la humanidad. Este símbolo, con el nombre de una deidad maya, se ha convertido también en símbolo del movimiento de los creyentes en el 2012. Es sorprendente,
y no creemos que sea una coincidencia, que se trate de la unión del símbolo del ying-yang y la forma de una galaxia espiral.
ESCÉPTICOS: Por supuesto, no es una coincidencia… ¡porque se trata de un símbolo inventado en el siglo XX! Originalmente este símbolo era rectangular y procedía de los aztecas, no de los mayas. Era utilizado en un tipo de manto ritual,
que posteriormente fue copiado y modificado para darle su actual forma circular por el escritor de libros de “nueva era” José Argüelles en 1987.
¿IMPORTANCIA ASTRONÓMICA?
CREYENTES: El 21 de diciembre de 2012 es una fecha importante desde el punto de vista astronómico. Este día marca el final de un ciclo de 26.000 años conocido como precesión de los equinoccios.
ESCÉPTICOS: Astronómicamente ese día no tiene importancia alguna.
Dentro del ciclo no se pueden marcar fechas de “inicio” o final, se trata de una creencia sin base científica o matemática alguna.
CREYENTES: En el solsticio de invierno, el 21 de diciembre de 2012, sucederá algo único, cuando el ecuador de la Tierra, el Sol y el plano de la Vía Láctea estén alineados.
ESCÉPTICOS: Sea cual fuere el cálculo que se realice, ese día no habrá tal alineación, es más, lo más parecido a una alineación de ese tipo ya se dio en 1998 y no sucedió absolutamente nada.
CREYENTES: La Tierra atravesará entonces el plano galáctico. En 2012 atravesaremos físicamente al otro lado del disco de la galaxia, entrando en una nueva era.
ESCÉPTICOS: Actualmente nuestro Sistema Solar no se encuentra precisamente muy cerca de poder cruzar el plano galáctico. Es más, tal cosa no sucederá hasta dentro de muchos millones de años, al encontrarnos a muchos años luz de dicho plano, que además no supone más que un artefacto imaginario, no existe una barrera física, de energía ni de ningún otro tipo dividiendo la galaxia en dos hemisferios.
¿UNA CATÁSTROFE GLOBAL?
CREYENTES: El planeta Nibiru, también conocido como Eris o Planeta X, se aproximará a nuestro mundo y lo destruirá en 2012. Nibiru guarda una órbita alrededor del Sol de unos 3.600 años y actualmente se encuentra a punto de penetrar en el interior del Sistema Solar.
ESCÉPTICOS: Hasta ahora, no se ha detectado la presencia de ningún planeta con características similares a las del supuesto Nibiru. En realidad, Eris es un planeta enano más pequeño que nuestra luna que actualmente se encuentra muy lejano, más allá de la órbita de Plutón. De hecho, su órbita nunca se interna en el Sistema Solar.
CREYENTES: El planeta Nibiru fue descubierto por los antiguos habitantes
de Mesopotamia. Los mayas conocían su existencia.
ESCÉPTICOS: Nibiru es un nombre sumerio. La astrología babilónica lo asocia al dios Marduk y se sabe que se refería al planeta Júpiter, no a un astro extraño.
CREYENTES: Hace años que los astrónomos conocen la existencia de este planeta amenazador, pero su existencia se ha ocultado en una conspiración a nivel mundial.
ESCÉPTICOS: Creo que, en este punto, lo mejor sería no decir nada, porque quienes tal cosa afirman ya se están definiendo a sí mismos, y no precisamente de buena manera. Cualquier persona que tenga un mínimo de conocimiento astronómico sabrá que, mantener algo como eso, es una locura, además de ser algo completamente imposible de ocultar por mucho que se intentara.
CREYENTES: El mundo sufrirá en 2012 un cambio brutal en su eje de rotación.
Todo el manto terrestre girará catastróficamente, haciendo que el eje del planeta bascule, se destruirá la corteza continental y grandes tsunamis inundarán las tierras emergidas. Será la catástrofe que termine con la humanidad.
ESCÉPTICOS: Vale, para una película puede ser un argumento atractivo, pero la realidad no funciona de esa manera. No se pueden dar cambios tan drásticos en el eje de rotación terrestre, es más, incluso mínimos cambios en el mismo requieren
de períodos de miles o millones de años.
CREYENTES: Al igual que el eje de rotación, el campo geomagnético terrestre cambiará de polaridad súbitamente, esto destruirá a la humanidad.
ESCÉPTICOS: Sí, un cambio en la polaridad del campo es posible, de hecho, ya ha sucedido antes, siendo el último de los cambios el acaecido hace 780.000 años.
Pero, hasta ahí llega la coincidencia con la creencia citada.
Un cambio de polaridad no sería destructivo en ningún modo y, además, no puede suceder de un día para otro, se requieren varios miles de años para que se complete.
CREYENTES: Gigantescas tormentas solares arrasarán la superficie de la Tierra. Las redes de transporte eléctrico caerán y la humanidad retrocederá hasta la época preindustrial.
ESCÉPTICOS: No existe ningún indicio que permita afirmar que tormentan solares tan gigantescas vayan a suceder, o incluso que hayan sucedido alguna vez. Naturalmente, pueden darse grandes tormentas solares, pero en ningún caso
las redes eléctricas caerían, aunque sí podrían dañar satélites en órbita.
¿UN SALTO EN LA CONCIENCIA HUMANA?
CREYENTES: En 2012, según Daniel Pinchbeck, en su obra 2012:
el Retorno de Quetzalcoatl, la humanidad dejará de preocuparse por lo material para entrar en el reino de lo espiritual, cambiando por completo su percepción del espacio y el tiempo.
ESCÉPTICOS: Bonita idea, pero basada en la nada. No existe ni una sola prueba o indicio de que algo así pueda suceder, ni en 2012 ni en cualquier otra fecha. Todas las afirmaciones en ese sentido se basan en simples creencias sin base alguna y jamás se ha podido mostrar ni una sola pista que permita afirmar de forma racional algo similar. Por otra parte, cabe recordar que Quetzalcoatl formaba parte de la mitología azteca, no maya, y para ellos el 2012 no significaba absolutamente nada.
CREYENTES: El gran Terence McKenna predijo el salto de conciencia en 1975 basado en su teoría de ondas temporales. Para él, el fin de la historia humana llegaría el 21 de diciembre de 2012.
ESCÉPTICOS: Las ideas del ya fallecido McKenna se basan en sus propias creencias y ninguno de sus cálculos ha sido apoyado jamás de forma racional. Además, en las primeras ediciones de sus obras apenas se mencionaba al 2012. Curiosamente, en las posteriores reediciones, y según iba avanzando la “fama” del 2012, las referencias a este año han ido aumentando, hasta convertirse en algo capital en su obra, para gozo de sus editores.
Si se busca con cuidado, pueden encontrarse otros mil argumentos que demuestran que la creencia en el fin de los días del 2012 es una completa estupidez, pero creo que con los mostrados aquí es más que suficiente. Por desgracia, libros plagados de pseudoconocimientos sin más base que la calenturienta mente de sus autores, seguirán vendiéndose como churros calientes hasta… ¿2012?
Lo dudo, porque seguro que después alguno venderá algo así como
“La guía de los supervivientes del fin del mundo”, en el que contará cómo el esfuerzo mental de las gentes que creían en el fin del año 2012 salvaron, temporalmente,
a la humanidad.
Por imaginar que no quede, es cuestión de negocio, no de verdad ni de realidad.
Lamentablemente, los “creyentes” siguen siendo muy numerosos,
para alegría de los vendedores de humo
Hablamos nuevamente el 22/12/2012
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