sábado, 27 de agosto de 2011

Asteroide B 612



Si por casualidad pasan por el asteroide B 612, no se apresuren,
 se los ruego, y deténganse un poco.

 Si un niño llega hasta ustedes, si este niño ríe y tiene cabellos de oro
 y nunca responde a sus preguntas, adivinarán en seguida quién es.

 ¡Sean amables con él! 

Observen y aprendan.

Pero jamás lo cuestionen cuando limpia los volcanes,
 arranca un baobab, cuida una flor o disfruta de una puesta de sol.

 Podrían despertarlo. 

Y eso sería terrible.

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