miércoles, 17 de agosto de 2011

Tres instantes...


Un recuerdo sin recordar.


Las estrellas alineadas en el caos del universo,
dan lugar a un momento espiritual.

La naturaleza pone su grano de arena, ofreciendo la temperatura ideal.
La luna creciente ilumina el paisaje, dejando un hueco para el misterio.

Ahora te diría lo que ocupa mi pensamiento,
durante una mirada perdida.

Pero como nada puede estar completo, tu no estas en este momento.
Me queda un ligero sabor amargo, por extrañarte cuando todo es perfecto.

Despierto de mi sueño y sonriendo me pregunto:
¿cómo puedo extrañar lo que nunca he tenido, y sólo puedo imaginar?

Quizás hemos caminado de la mano en aquel espacio-tiempo
y hoy simplemente lo recuerdo sin recordar.


Mañana...quizás.



Arrinconas ilusiones para un futuro.
Esperas que se cumplan sin pedirlas.
Te recreas imaginándolas antes de dormir y piensas "quizás mañana".

Pero para muchas de esas ilusiones no llega el día,
no tendrán un mañana.

Quedarán guardadas en una caja abandonada,
en el laberinto de tus pensamientos.

Un día, quizás mañana, harás balance.
Saldrán de la nada todos esos deseos, como espectros que te persiguen pidiéndote una explicación, preguntándote dónde quedo su madrugada.

Si puedes hoy, da una oportunidad a tus deseos,
para que puedan sorprenderte al amanecer.
Sin esperar el mañana.


Extraño lugar.


-¿Huyes?

-No

-¿Te escondes?

-No

-¿Qué haces, entonces, aquí?

-Descanso.

-Extraño modo para descansar...

-Es que es el único en el que el silencio no me asusta más
que mis propias palabras.


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