La idea de los cuatro temperamentos, o humores, fue establecida por
el año 400 a. C. por Hipócrates en la gran escuela médica en la isla de Kos.
La medicina griega estaba basada en los cuatro humores, un sistema
que también fue usado para describir el temperamento, la psique
y psicología humanos.
Los cuatro humores
Observamos en este grabado los distintos humores o temperamentos y que difieren en el régimen o estación del año en la que aparecen sus características, también observamos como figura central un hombre y una mujer que es la tierra o atanor sobre la que se lleva a cabo la obra, la unión de ambas características simboliza la unión del azufre -masculino- y el mercurio -femenina-, y al aire como círcuito simbolizado por las dos aves. Como curiosidad tenemos que ánimo proviene del indoeuropeo and-: respirar, nos recuerda que el ánimo depende de la respiración, cosa que el chino también nos menciona en sus caracteres, donde nos dice que el ánimo depende de "respirar buenos aires".
Podemos considerar que todo lo que está de cintura para abajo,
lo femenino es yin y de cintura para arriba, lo masculino es yang.
Así la Melancolía (Tierra) se da en otoño, el Flemático (Agua) en invierno,
el Sanguíneo (Aire) en primavera, y el Colérico (fuego) en verano y como contrapartida su compensación por los opuestos.
Nos está diciendo que la Flemática-Melancólica son de características femeninas y van juntas, así como la Colérica-Sanguínea son de características masculinas y también van juntas. Y sus relaciones de complementariedad: Colérica-Melancólicas, Sanguíneo-Flemáticos, u opuestas:
colérica-Flemática y Melancólica-Sanguínea.
Luego aparecen como símbolos el azufre -en el lado de la mujer- y el mercurio -en el lado del hombre-, dándonos a entender que la mujer ha de hacer uso de su masculinidad: la iniciativa individual, el ardor -que es lo que representa
el azufre- y el hombre ha de hacer uso de su feminidad: dulzura, prudencia, timidez -representada por mercurio- en la única operación de la obra:
la disolución. El círculo simboliza también a la sal -cuerpo- que es la sabiduría resultante de la unión de todos estos elementos, siempre claro está que esté asegurado el equilibrio, la justa ponderación y la estabilidad, debe obtenerse
y mantenerse su limpidez, porque es sobre ella sobre la que descansa el Arte.
De este modo artistas como Albrecht Dürer, que en sus últimos años se retira a la contemplación y la meditación, plasma sus conocimientos
filosóficos sobre arte.
Autorretrato en papel -1520-
Albrecht Dürer
Realizado a tinta
Texto del dibujo: Do wo der gelb fleck is und mit
dem finger drawff dewt do is mir we
[Aquí es donde está la mancha amarilla,
y estoy apuntando a ella con mi dedo. Ahí es donde duele].
Apunta claramente al bazo, lugar anatómico de la melancolía, ubicado en el costado opuesto al de la "herida del costado de Iesus".
La mano derecha señala el órgano del bazo, que según las enseñanzas del médico alquimista Paracelso está bajo la influencia directa de Saturno -aspectos positivos son la autodisciplina y la perseverancia-, por lo cual también se encuentra ligado al humor melancólico. Y si, como estamos viendo, este humor se corresponde con las energías telúricas o terrestres, la enfermedad de Durero indica la propia del iniciado, que en su búsqueda regresa al útero de la Madre Tierra originaria, en cuyo seno se produce el misterio de la regeneración o "nuevo nacimiento".
Homero también nos habla en la Odissea acerca de que Odisseo (Odissomai) -irritarse por no poder volver y es quien nunca olvida la necesidad de la vuelta-, a pesar de ser un hombre:
"hábil, de muchas inteligencias, padece tristeza, dolor moral el cual baja el ánimo -en el corazón o en la mente- y es retenido en la caverna -gruta, cueva- por Καλυψω (Calipso), que es la que lo envuelve, u oculta de toda observación exterior"
es decir, permanece guardado por la ninfa -son las que traen la lluvia, los manantiales, el agua-, y si nos damos cuenta es la que le trae a Odisseo el carácter Flemático (Yang) unión del Melancólico (Yin).
Ιησούς (Jesús) también regresó al útero materno después de la crucifixión y Λάζαρο (Lázaro) también estuvo en el útero materno y resucitó.
Donde resucitar es conseguir la iluminación.
Los cuatro humores:
Los cuatro Apóstoles
1526- Óleo sobre tabla
Alte Pinakothek (Munich)
Para realizar los dos cuadros, Durero se documentó exahustivamente en los Hechos de los Apóstoles a partir de la traducción de la Biblia al alemán efectuada por Lutero, cuadro que regaló a su ciudad, Nurtemberg, y dijo:
Todos mis conocimientos están expresados en este cuadro.
Con esta pintura Durero pretendió ilustrar los cuatro humores o temperamentos -sanguíneo, flemático, colérico y melancólico-, asociados a los cuatro elementos de la creación. Se creía que estos temperamentos habían estado perfectamente equilibrados en Adán y Eva, pero después de la caída, en todo cuerpo y mente humanos predomina uno de ellos sobre los demás. Los temperamentos obedecen a una diversidad física y fisiológica y este cuadro incorpora las creencias protestantes sobre la naturaleza humana.
Así estos cuatro apóstoles con los cuatro humores, constituyen las "piedras" fundamentales de la obra alquímica.
De este modo San Juan correspondería a la tipología sanguínea (aire)
a San Pedro la flemática (agua) a San Marcos la colérica (fuego) y a San Pablo la melancólica (tierra). Iesús mismo representaría la quintaesencia,
el punto central de la cruz de los elementos.
En la Antigüedad clásica –y en épocas posteriores, entre ellas el Renacimiento–, era popular la idea de que el ser humano estaba influido física y anímicamente por estos cuatro fluidos o "humores".
La mezcla de dichos fluidos o humores, y la mayor presencia en el ser humano de uno de ellos (la situación ideal era la del equilibrio entre tales fluidos), determinaban el carácter, la personalidad y la salud de los individuos.
Un caso muy particular y extraordinario para la época es la doctrina fisiopatológica de Miguel Sabuco que incorporaba diferencias sustanciales
a la teoría de Galeno sobre la naturaleza humana, que aportó un fluido : succus nerveus o fluido nervioso.
El orden corporal planteado por Sabuco gira así entorno a un único órgano:
el cerebro, el cual dispone del sistema nervioso central y periférico como mecanismo de distribución humoral.
Sabuco plantea que la salud requiere
de unas buenas condiciones afectivas (alegría, bienestar, placer).
De este modo obtenemos que en la carta siguiente, se nos muestra claramente la mezcla de los cuatro humores:
Temperar los estados afectivos
Lexema: tempera(mento), latín temperā(re), 'mezclar'
Raíz: temp-, lat., 'tiempo', 'sección de tiempo',
temperā(re): lat. (verbo), 'mezclar: usada en temperamento, temperatura.
temperamento[temperament]: m.(Psiquiatría/Psicol.)
Manera de ser o de reaccionar de una persona ligada a su constitución física.
Del lat. temperāmentum [temperā(re) lat. 'mezclar' + -men-tu(m) lat. 'instrumento'] Lengua base: lat. Antigua calco del griego. Documentada en 1444 en español con el significado actual; en francés en 1478, en inglés en 1471. En latín clásico significa 'mezcla en su justa proporción'.
Se empleó desde el s. I d.C. (antes se utilizó temperātiō), para traducir
el término gr. krâsis (κρᾶσις), 'mezcla de los cuatro humores que marca
la constitución y carácter de la persona', propio de Hipócrates, s. V a.C.,
y difundido después por Galeno, s. II d.C., uno de cuyos tratados fundamentales se titula en gr. Perìkráseōn, traducido al lat.
De temperamentis. Pasó a latín tardío y medieval.
Y alguien que tiene templanza tiene "templo" que antiguamente era un espacio abierto para observar el cielo, luego "contempla" y por lo tanto, "atempera" su ánimo, es decir, se suaviza, se vuelve cálido, capaz de contener vida.
Cuál es el instrumento que nos permite mezclar, tenemos que:
En griego krâsis (κρᾶσις), Raíz: *ḱerh₂-, indoeuropeo, 'mezclar, donde:
krā- κρα- [κρᾶσις] gr. (verbo), 'mezcla' Forma del lexema en español: cra(sia), cra(ter), recordemos que Krátera en griego proviene (gr. Krlitere): cráter, vaso, copa, caverna, y también crátera : vasija grande, la más corriente es como una copa con dos grandes asas que se empleaban para mezclar (keránnymi) el vino con agua; y κρατί (kratí): cabeza.
Luego es en la cabeza donde debemos realizar la mezcla de los cuatro humores, de ahí que la imagen de la carta presente una flor en la cabeza,
ya que:
Lo que antiguamente llamaban Flor de la mente es la llama de la mente,
y entender con "la flor de la mente" sugiere coger con los Kráteres
o profundidades de la mente.
En hebreo tenemos que la palabra (גיא) gya = 14, que significa:
fluir juntos como agua.
La materia soñadora



