domingo, 25 de noviembre de 2012

sobre el Unicornio Azul


Su verdadero origen nace en la hondura del Tiempo, en ese Principio 
sin principio cuando todo era desierto y vacío, oscuridad y niebla.
 Entonces decidió el Santo Único apartar la oscuridad de la luz.
 Así se estableció concordia y equilibrio, con la tiniebla expulsada al límite exterior y la Morada de la Luz en el mismo centro de todo. 
 Pero lo oscuro, apenas situado y librado a sí mismo, adquirió peso más allá 
de toda ponderación, se introdujo en las cosas y las empezó a arrastrar
 hacia sí conforme a sus inclinaciones. 
El equilibrio empezó a temblar, por lo tanto, y de ese temblor emergió 
una resonancia, un sonido atemorizador que circuló por el vasto
 vació como canto poderoso.
 El Santo Único modulaba ese sonido para convertirlo en un acorde de gran dulzura, y le infundía inteligencia para que pudiera convertirse en espíritu de armonía y en conductor de todos los rincones del vacío.
 Éste, el poderoso espíritu llamado Galgallim , giró y giro a través de inumeradas edades, siempre en espiral en torno a la luz central.
 Y aunque algunas cosas continuaban cayendo en lo oscuro, Galgallim guiaba 
a otras por un sendero menos definido a las riberas de la Luz.
 De este modo el equilibrio seguía manteniéndose. 
Entonces el Santo Único quiso contar con un panel donde desplegar su gran arte; ente la ribera de la Luz y las murallas de lo oscuro dejó colgar
 a la Tierra en equilibrio. 
Encendió sus montañas desnudas y en ellas esparció brillantes 
gemas que aún reflejan esas llamas. 

y con lo que cuenta tener uno...se le perdió