viernes, 7 de diciembre de 2012

el Paraíso...


Adán Gómez se había casado con Eva da Silva, la única hija
 del viudo Zeus Da Silva.
 Se amaban y eran felices con poco. Adán se encargaba de administrar 
la frutería y verdulería “El paraíso” que pertenecía de toda
 la vida a la familia Da Silva.
 Vendían un poco de todo pero en particular manzanas, las mejores del barrio. Cierto día llegó a “El paraíso” Áspid Averno, a la que le decían "la bicha",
 una mujer bonita y sumamente sexy. 
Era alta y delgada y su piel por demás suave. 
Se movía serpenteando todo el cuerpo al andar y los chismes hablaban
 de su vida libertina y desenfadada. 
De inmediato atrajo la mirada de los hombres pero sobre todo la de Adán,
 quien a partir de ese día y para congraciarse con la bicha comenzó a regalarle una manzana por día que la joven devoraba delante de Adán y de los otros hombres provocándolos con sus labios rojos y sus dientes blancos.
 Hasta que Eva descubrió todo aquel juego erótico
 y llorando se lo contó a su padre.
 Zeus, furioso, echó a Adán de “El paraíso” para siempre. 
Condenado a estar solo Adán Gómez mira, triste, desde la ventana
 del bar en la vereda de enfrente, “el paraíso”, que ya no vende manzanas.

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