Podría quedarme mirándote todo el tiempo.
Perderme en tus gestos, en la colección infinita de guiños que tienen tus ojos.
En las distintas muecas de tu sonrisa al hablarme, blanditas e imperfectas
como figuras ocultas en las nubes.
Podría perderme al compás tranquilo de tu respiración, el bateo de tu aliento cuando sueñas…cuando estas tan lejos de todo, que el subconsciente viaja libre para buscarme.
Refugiarme del viento frío en el cielo de la distancia.
Omitir que iluminas mi vida…
O evaporarme en el infinito, como el difuminado frágil de las estrellas fugaces.
Podría tanto que sería interminable.
Pero mi corazón late con el tuyo, te siento…, acompasándote.
Y es con cada latido, cuando se me olvida olvidarte.
Porque tú y yo sentimos que ya nos queríamos antes…
antes incluso que nuestras vidas tropezaran
y decidieran que había un lugar donde quedarse.