Que se crea en dioses, fantasmas, ángeles, dragones y mazmorras, es algo que acepto. Que comparto que hay cosas que la ciencia no puede explicar (pero que explicará algún día, según yo, claro). Que puede que haya fantasmas rondando mi cama por las noches (afortunadamente soy de buen dormir), también.
Pero con lo que no comulgo, y comulgo poco, es con el hecho de que se usen argumentos cientifoides para justificar los llamados efectos paranormales. De toda la vida han existido fenómenos que no han podido ser explicados, aunque pasado el tiempo han entrado dentro de los fenómenos físicos, sí de esos que estudia la ciencia lateralizada y corporativista que tan mal resultado le ha dado al desarrollo de la humanidad .
Pues, así pronto, se me ocurre que el rayo antes estaba asociado a Zeus o Thor, que se te aparecían fuegos fatuos, luego eran ángeles, demonios, vírgenes, etc.
Por cierto, me gustaría saber cuántas apariciones marianas se han contabilizado en la India. Luego nos dio por los extraterrestres, los visitantes de dormitorio, que antes eran súrculos o íncubos (que a todas luces eran más pervertidos a la par que divertidos), los que parecen tener una insana obsesión por explorar nuestros orificios corporales con desagradables objetos punzantes.
Ahora, la nueva moda consiste en justificar estos fenómenos con la nueva física.
Es bonito eso de tirar de entrelazamientos cuánticos, teletransporte (también cuántico, por supuesto) o universos paralelos para dar un viso de credibilidad a estos fenómenos. Yo no seré quien diga que cada cual, en virtud de la libertad de expresión, sea libre de usar los argumentos que quieran para justificar lo que quieran, pero por lo menos que no manipulen los resultados científicos y las investigaciones y las presenten de una manera tergiversada y errónea.
Queda muy bonito hablar de física, cuántica, relatividad, teoría de cuerdas, etc. Sin duda que te da un aspecto de intelectual e inteligente que no es para menospreciar, pero jugar con la ignorancia (totalmente justificada porque no todo el mundo tiene que ser doctor en física) de la gente para mostrarse poseedor de una verdad oculta no está bonito.
En los últimos tiempos están apareciendo muchos libros, programas de radio, revistas y otros medios que hablan de que la parapsicología está fundamentada en la física actual. Pues muy bien, sin embargo, cuando uno se pone a leer, ver o escuchar los argumentos… NO SE SOSTIENEN.
En esta entrada vamos a poner ejemplos de estos casos, puntualizando por qué no llevan razón.
Y no, no intento convencer a nadie, el que quiera creer que crea.
Pero me apetece dar mi opinión e indicar donde nos están engañando con los argumentos científicos, siempre mal empleados, que dicen soportar los fenómenos paranormales.
El lío con las dimensiones extra
Es cierto que muchas teorías actuales consideran la posibilidad de que en nuestro universo haya más de cuatro dimensiones.
Sin duda, la teoría más conocida que invoca un número de dimensiones mayor que cuatro es la teoría de cuerdas.
En la teoría de cuerdas se requieren un número de dimensiones mayor que cuatro para que la teoría sea consistente con los principios físicos fundamentales.
Las dimensiones determinan cuantos números hacen falta para identificar un punto en el espaciotiempo.
Si yo quedo con alguien le tengo que dar cuatro datos, una posición en el espacio (latitud, longitud y altura) y una hora a la que quedar, por eso decimos que vivimos en un universo de cuatro dimensiones.
Si nuestro universo tiene más de cuatro dimensiones únicamente significa que necesitamos más de cuatro números para identificar un punto en el espaciotiempo.
En teoría de cuerdas, según la versión, pueden ser 26, 10, 11 dimensiones.
Pero lo que está claro es que las dimensiones extra, de la 5º en adelante, no son “visibles” ni sondeables. Y esto no es un capricho de los científicos, es que si fueran empíricamente identificables ya las habríamos detectado.
Así que suponemos que están enrolladas de maneras muy compactas y que haría falta mucha energía para poder observarlas y notar sus efectos.
Sin embargo, los aficionados a la justificación científica de la parapsicología nos vienen a decir que estas dimensiones extra están habitadas por seres inteligentes que se ponen en contacto con nosotros de vez en cuanto (para pasar el rato). Y esto NO PUEDE SER. No puede ser por las siguientes razones:
- Dimensiones extra no implican universos paralelos que puedan ser habitados.
- Sabemos que ninguna partícula o interacción puede salir de nuestras 4 dimensiones usuales salvo la gravedad. Así que difícilmente podría alguien interactuar con nosotros desde otra dimensión, aparte de que deberían de ser bastante pequeños los chavales.
Ahí no hay sitio para decir que los fantasmas o los visitantes de dormitorio o los extraterrestres sean habitantes de otras dimensiones que nos visitan amablemente.
Universo múltiple, multiverso
Un argumento estrella para la justificación de los fenómenos paranormales es el MULTIVERSO.
Hay muchas teorías y modelos en física que desembocan en el concepto de multiverso, poliverso o universos múltiples.
Para empezar hay que indicar que no hay ninguna evidencia empírica de que estos modelos sean correctos. Es decir, todavía no han sido confirmados por los experimentos. Así que aún no podemos decir que existan tales universos paralelos.
Pero aún más, generalmente los universos paralelos están desconectados, es decir, no hay forma de que un universo y otro tengan noticia el uno del otro.
Están desconectados causalmente. Esto hace muy difícil comerse la explicación de que hay seres por ahí saltando de universo en universo.
Ahora alguien de los sabiondos podría explicar lo siguiente:
- Aceptando que haya universos paralelos y que haya seres que saltan entre ellos:
- ¿Cómo es posible que con lo grandecito que es nuestro universo justamente se aparezcan en el planeta tierra y más concretamente en mi habitación? Seguramente es cuestión de suerte.
La probabilidad de que en un multiverso, con un número potencialmente infinito de universos, un visitante de un universo paralelo llegue a mi habitación deberá de ser tirando a pequeña, ¿no?
Así que si te ha tocado alguna vez vivir esta situación… sin duda eres un tipo con suerte.
Claro que alguien me podría decir que el razonamiento anterior solo sería válido para un conjunto finito de “viajeros”. ¿Qué pasa si hay un número infinito de viajeros apuntando a infinitos universos paralelos y a infinitos puntos de cada uno de esos universos? Pues entonces me mosqueo más, porque vaya mala suerte la mía que nunca he gozado de una experiencia de ese tipo. En fin…
Entrelazamiento cuántico y telepatía
El entrelazamiento es uno de los fenómenos más impactantes de la física cuántica. Esencialmente nos dice que cuando dos partículas interactúan de una manera precisa estas comparten el mismo estado, de forma que si efectuamos una medida de algún observable físico en una de estas partículas, el estado de la otra, independientemene de lo alejada que esté responde de una forma correlacionada y previamente no preestablecida.
Por supuesto que este fenómeno ha enervado la imaginación de algunos diciendo que sería la base para justificar la telepatía.
Esta estaría fundamentada en que las partículas de diversos cerebros están entrelazadas y por supuesto si yo pienso algo el telépata es capaz de notarlo gracias al entrelazamiento cuántico.
¿Cómo puede pasar esto?
Pues los proponentes de esta opción nos dicen que nuestras partículas estuvieron todas en contacto en el big bang y por tanto estamos todos entrelazados.
La explicación está bien, salvo por los siguiente detalles:
- El entrelazamiento no se produce con cualquier interacción, hay que tener unas condiciones bastante cuidadas para lograr entrelazar partículas.
- En el big bang no se crearon las partículas que hoy nos conforman, surgieron más tarde y no en el mismo punto, así que no han interactúado todas con todas.
- Crear y mantener el entrelazamiento de dos partículas es muy complicado, ni hablar de más de dos, y cualquier perturbación externa rompe el entrelazamiento.
- No hay prueba alguna de que haya efectos cuánticos relevantes en nuestro pensamiento más allá de las interacciones sipnáticas que dirigen las interacciones axón-dendrita.
Si esta explicación fuera cierta, todos y cada uno de nosotros podría tener acceso a los pensamientos de todos los demás (sea como fuere eso). Pero desgraciadamente, (afortunadamente según mi opinión), cada uno tiene que vivir con sus pensamiento a solas. No se puede decir que el entrelazamiento pueda justificar cosas tales como la telepatía, eso es una malinterpretación de un asombroso hecho cuántico.
Teletransporte
Otro fenómeno absolutamente sorprendente en cuántica es el teletransporte cuántico.
En cuántica, el teletransporte no es hacer desaparecer algo aquí y que aparezca en otro lugar. El fenómeno en realidad hace referencia a que uno es capaz de copiar el estado cuántico de una partícula A en una partícula A’ que está separada de la primera gracias a la participación de un par de partículas B-C entrelazadas.
Es decir, que uno tiene que tener dos partículas en dos posiciones y que lo que se “teletransporta” es el estado cuántico de una a otra. Nada de que una desaparezca de aquí y aparezca allí. El teletransporte no es un buen medio de transporte.
Además surge el problema de que en el proceso el estado cuántico de la partícula que queremos copiar en la otra se destruye, así que si quisiéramos teletransportar un ser humano tendríamos que hacer lo siguiente:
- Tenemos un ser humano en la posición A.
- Tenemos un sistema que copia su estado cuántico en un conjunto de partículas en la posición B (tantas y de tantos tipos como para poder construir un ser humano completo).
- En el proceso el ser humano en la posición A sufriría daños irreparables (su estado cuántico se vendría abajo).
Así pues, procesos paranormales como las translocación de monjas o santas serían bastante engorrosos de explicar en términos cuánticos. Y qué decir de los saltos intergalácticos de intrépidos extraterrestres teletransportados.
Nos seguimos leyendo…