Nuestro sol quizás tenga un compañero que provoca disturbios en el borde del sistema solar, según los investigadores: un planeta gigante que cuadriplica el tamaño de Júpiter.
Un telescopio de la NASA lanzado el año pasado tal vez detecte pronto a tal compañero de nuestro sol, si es que éste realmente existe, en el frígido reino distante de la nube de Oort que rodea el sistema solar con miles de millones de objetos helados, allí donde nacen los cometas.
El potencial mega-Jupiter sería un mundo tan frío como difícil de divisar. Se encontraría a una distancia de 30.000 unidades astronómicas (UA) desde el sol.
Una UA es la distancia entre la Tierra y el sol, cerca de 150 millones de kilómetros.
La mayoría de sistemas con estrellas como nuestro sol —llamadas de “Clase G”— poseen compañeras. Solo un tercio son sistemas de una sola estrella como el nuestro.
No es Némesis Científicos ya han propuesto con anterioridad que una estrella oculta, a la cual llamaron “Némesis”, está merodeando a nuestro sol desde aproximadamente 1 año luz de distancia.
Sugieren que durante su órbita esta enana roja o marrón regularmente ingresa a la Nube de Oort, empujando a muchos cometas de allí en dirección a la Tierra.
Esto último daría una explicación a lo que aquí parecen ser extinciones en masa cíclicas.
No obstante, otros astrónomos se dieron cuenta que si Némesis realmente existe, su órbita no sería tan estable como se cree.
Ahora los investigadores tienen evidencia que apunta a un compañero diferente para nuestro sol. Para evitar la confusión con el modelo Némesis, los astrofísicos John Matese y Daniel Whitmire de la Universidad de Louisiana en Lafayette nombraron al supuesto objeto “Tyche” —la hermana buena de Némesis en la mitología griega.
El telescopio espacial de la NASA, Wide-Field Infrared Survey Explorer (WISE), es el que tiene la mayores oportunidades mediante su ojo infrarrojo de haber detectado a Tyche, dicen los investigadores. Un compañero que arroja cometas
Los estudiosos han notado que la mayoría de los cometas que se aventuran en el interior del sistema solar vienen de la región exterior de la Nube de Oort.
Sus cálculos sugieren que la influencia gravitatoria de un planeta cuatro veces la masa de Júpiter en esta zona, puede ser el responsable. Dos siglos de observaciones demuestran una anomalía que apoya la existencia de Tyche, dijo Matese.
“La probabilidad que todo sea causado por estadísticas casuales son mínimas”, agregó.
Por otra parte, el empuje de Tyche podría explicar porqué el planeta enano Sedna tiene una órbita tan alargada. De existir Tyche, con toda probabilidad sería muy frío, con temperaturas crudas inferiores a los -73º C, lo que constituye la razón principal por la cual hasta ahora no ha podido ser detectado —su baja temperatura hace que no irradie calor que los científicos puedan visualizar fácilmente, y su distancia a cualquier estrella significa que tampoco es capaz de reflejar mucha luz. “Muchos científicos planetarios no se sorprenderían si el aún no descubierto compañero del sol fuera del tamaño de Neptuno o más chico, pero un objeto de la masa de Júpiter sí sería una gran sorpresa” declaró Matese al sitio SPACE.com.
“Si nuestras conjeturas son de hecho ciertas, las implicaciones serían sumamente importantes
al considerar el cómo llegó allí y cómo subsecuentemente afectó sobre la distribución de los cometas y, en menor medida, de los planetas conocidos”.
¿Está Tyche allí afuera?
El hecho de la existencia de Tyche es cuestionable, ya que el patrón visto en el exterior de Oort no se repite en el interior.
“La opinión ortodoxa dice que los patrones tienden a ser correlativos, y en este caso no lo son…” dijo Matese.
Si el equipo de WISE tuvo suerte y pudo captar evidencia del compañero de nuestro sol antes
que terminara su misión en octubre, eso puede ser suficiente para corroborar la existencia de este objeto luego que se terminen de analizar todos los datos en unos meses.
Pero si, por el contrario, Tyche fue detectado solo una vez o ninguna, los investigadores tendrán que esperar años hasta que otro telescopio pueda confirmar o descartar la existencia
del potencial compañero solar.
vía Planet.