jueves, 13 de junio de 2013

Romina...


Para Romina Albarenga, muerta a los 23 años y las tantas Rominas que no cumplirán los 20.

Romina, la minita del polaco,
pasada de trasnoche y de resacas, 
allá en los fumaderos de Barracas,
fatiga un corazón hambriento y flaco;
con el dolor al taco
se escurre como un llanto entre las cloacas
y fuga de los pungas y los nacas,
con el único fin de darle al paco.
Apenas piel y huesos,
y a morirse de lágrimas y besos,
lo mismo que un amor que se marchita...
El tubo de metal, la virulana,
la muerte batilana
y el umbral del infierno donde habita.

Del libro De diluvios y andenes.