sábado, 30 de noviembre de 2013

Aquel pecado ordinario...

En la cresta de la ola

Y dijo Dios:

 con el sudor de tu rostro escalarás los peldaños empinados, saldrás de los baches del camino, sobrevivirás desgastado a las montañas de hielo y cruzarás tus fronteras de hijo de la tierra.

 Lucharás por ser ala y soñarás el aire. 
Y justo antes de volver a ser el polvo que fuiste, elevarás tus ojos a mí y yo te concederé el entendimiento que te prohibí morder.

 Sólo entonces sabrás que nunca saliste de tu cueva de techos inclinados