jueves, 14 de noviembre de 2013

Equivocarse de cuento...

Alicia a través del sensor

Alicia odiaba aquella sensación de estar en el cuento de otro. 

Pero es que, además, era aquel cuento impertinente, obstinado en incumplir todas las normas.

 Un hidalgo y su escudero se le habían cruzado en el maravilloso camino
 y le habían hablado del gigante. 

La narrativa imponía que apareciera más tarde. 

Pero allí estaba, en el más tarde y sólo veía un molino muy quieto 
a pesar de la zozobra de los árboles.

 Un molino tímido que quería pasar desapercibido. 

Una calma que –pensó Alicia– parecía ocultar algo o tener miedo