¿Querés jugar?
Juguemos al juego ese que se juega para perder los dos, o ganar de forma
muy egoísta sólo uno, pero acuérdate: pierde uno perdemos los dos,
o sea, vamos a perder siempre porque aunque uno gane sí o sí otro pierde,
y así perdemos los dos.
Pero no importa, escúchame.
Juguemos! Se juega cayendo, tirándonos, arañándonos, juguemos desnudos dentro de una pócima de amor y saltemos y empujémonos.
No es violencia, al contrario: dije pócima de amor.
El juego no tiene violencia, sólo se trata de romper reglas, se juega tirándonos el uno contra el otro, tirándonos usando las fuerzas, y dejándonos casi sedientos.
Luego el juego continúa diciéndonos cosas en diferentes idiomas: el idioma del silencio, el idioma de la música, el idioma de los dedos, el idioma de las palabras, el idioma de la luna, no importa cuál!
Podemos usar cualquiera, las que queramos en el momento, y luego tirarnos de nuevo, esta vez con más calma, pero sin dejar de arrebatarnos con inclemencia, rasguñarnos y ensuciarnos.
Este juego es así, el que se anima a jugar, olvida todo lo demás y solamente juega. Juega. Pierde, pero juega.
Termina sediento, inerte, perdido, arañado, pero juega.