Hace un momento
observé el interior de la habitación,
vi mi silla en su lugar, cerca de la ventana;
el libro que debería leer, abierto sobre la mesa.
En el cenicero que dejé apoyado
sobre el marco de la ventana entreabierta
se consume muy lentamente un cigarrillo,
el cual no fumo.
Hoy como todos los días he reservado
el tiempo necesario para no hacer nada
de nada.