domingo, 15 de junio de 2014

Hablemos de la Realidad… ¿Dónde estás?


Ante todo, digamos que el problema no es sencillo. 
A alguno les parecerá que la realidad es una “cosa” que está ahí fuera de nuestro cerebro, con una existencia objetiva e independiente del observador, generadora de los datos sensoriales.
 Si créen eso, me parece genial y estás a la altura de grandes pensadores en Física como Newton, Maxwell, Einstein, Schrödinger etc. (No digo que yo no lo crea, ya les he dicho que sólo sé que no sé nada). 
A esta corriente de pensamiento se le denomina en filosofía Realismo
Hay que reconocer que el Realismo tiene muchas ventajas, por ejemplo, ya que hay una realidad objetiva externa a nuestra mente, podemos explicar la coherencia que parece existir entre observaciones hechas por diferentes personas. Sin embargo, si lo piensas bien, no es lógicamente demostrable que exista una realidad, parece “razonable”, sea lo que sea razonable,  pero no es demostrable.
 Todo podría ser producto de tu mente, al fin y al cabo lo único que tienes son tus datos sensoriales, pero ¿Quién te asegura que no son producidos por tu mente internamente? ¿ Y cómo lo sabrías?
 No te esfuerces, desde un punto de vista lógico no se puede demostrar la existencia de una realidad externa, por muy razonable que te parezca. Siguiendo este hilo de razonamiento, y llevado al extremo, hay una corriente filosófica que niega la misma existencia de un mundo externo. 
Declara que todo es una construcción mental. A esta corriente filosófica se le denomina Solipismo.
Entre esos dos extremos, tenemos una variedad de corrientes filosóficas sobre la naturaleza de la Realidad. 
En general, tienen en común que reconocen una realidad externa-material y otra interna-mental, y ponen el énfasis en una o en otra. Así, por ejemplo, en el Idealismo, se subordina la realidad de la materia a  la de la mente.  
¿Recuerdan del mundo de las ideas de  Platón y su mito de la caverna? 
En esta versión del Idealismo, lo que tiene existencia son las Ideas, y nuestra experiencia, nuestros datos sensoriales son solamente las sombras que nos llegan de esas ideas. También tenemos el Idealismo Pitagórico, que otorga existencia a los números y figuras poliédricas, etc.
Hay muchas corrientes, y no tiene sentido mencionarlas todas, pero sí  me gustaría mencionar otra  por la que siento  cierta atracción: el Constructivismo. En esta línea de pensamiento se establece que la realidad es  una construcción hasta cierto punto “inventada” por quien la observa (si has visto la película Matrix, sabes de lo que hablo).
  Recibimos una serie de datos sensoriales de una realidad externa, pero la realidad nunca la podremos conocer tal como es (bueno a no ser que seas Keanu Reeves, pero si estás leyendo esto, desengáñate: no lo eres). 
Es nuestra mente la que define un marco en la que ordenar los datos sensoriales, de tal manera que la realidad es algo que construimos mentalmente a partir de nuestras percepciones. 
En resumen, cada acto de percepción es hasta cierto punto un acto de creación
Un ejemplo sencillo sería la percepción del color de las cosas. Miramos un objeto, y a nuestra ojos llegan datos sensoriales correspondientes a ciertas frecuencias del espectro electromagnético. Nuestra mente construye una imagen del objeto con la propiedad de tener un color determinado. ¿Pero ese objeto realmente “tiene” ese color? ¿El color forma parte de la naturaleza del objeto?
 Pues obviamente no. El color que nos llega a la retina es precisamente, la radiación que no absorbe la materia que estamos mirando. Ahora bien, según como sea nuestro cerebro detectará unas frecuencias o otras, y de ahí que según la especie animal de la que se trate, verá los objetos con colores diferentes, e incluso hará una construcción mental de ellos diferente a la que tú hagas.
Como espero que hayan podido comprender a estas alturas, no es fácil determinar Qué cosa es la Realidad, la esencia de la realidad, ¿pero nos debe importar esto a los científicos? No lo sé. 
A los científicos Realistas por supuesto que sí. Para ellos (y repito, no digo que yo no lo sea) si hay una metodología que nos pueda acercar a la naturaleza de esa realidad física, esa es la ciencia, y precisamente, ese intento de conocimiento es el que les impulsa a avanzar y hacer descubrimientos. Ahí tenemos a Newton y Einstein como representantes de esta postura filosófica, o a Darwin .
 Y es de justicia reconocer el cambio de mentalidad que sus teorías han introducido en nuestras sociedades.
 Así, la ciencia ayudó a derribar murallas mentales, levantando muchas ampollas,  sobre todo en la Religión. 
Debido a la descripción de la realidad que nos fue dando la ciencia, fuimos perdiendo nuestra pretencioso antropocentrismo. Primero, la ciencia nos dijo que no somos el centro del sistema solar, más tarde quedo patente que ni siquiera nuestro sol es muy especial, ni tampoco nuestra Galaxia. Para colmo, llega Darwin, y nos quitó la idea de un diseño inteligente: somos tan sólo producto del azar y la selección natural, una especie más que evolucionó a partir de otra. Luego, descubrimos que nuestro código genético es el mismo que el de las demás especies, y que nuestra química y los ladrillos de los que está construida la vida… pues que tampoco tienen nada de especial ni  misterioso.  Para rematar, en el siglo XX,  conceptos que nos parecían absolutos como  el espacio y el tiempo, pues … tampoco, va a ser que no.  Y todo esto en tan poco tiempo! Si lo comparamos con los 2000 años que le ha costado a la Iglesia darse cuenta que no había ni buey ni burro en el pesebre…
De todas maneras, todo ese cambio puede (y debe!) ser aceptado, es lo que hay ,y realmente hoy en día no provoca ningún debate filosófico sobre la esencia de la realidad entre los científicos.
Pero la Cuántica, ay la Cuántica! ...
 Eso es otra cosa, nos hablamos de magnitudes no definidas hasta que las medimos (!!!), de no-localidad, de aleatoriedad a nivel profundo, es decir, de rotura de la causalidad, de superposiciones de posibilidades que interfieren una con la otra, de funciones de onda que no tienen sentido físico pero son lo que hay, de dualidades onda/partícula (por si no te habías enterado tú también tienes una onda asociada, y no hablo del “barquito” de la resaca Navideña), incluso de universos paralelos, y claro así no, así no hay quien se aclare. 
No es de extrañar pues, que muchos científicos hayan adoptado una postura un tanto “agnóstica” sobre la realidad y su naturaleza: la del Positivismo
En esta corriente, se establece que hay que limitarse a formular frases con sentido, es decir, frases para las que existe un proceso de verificación/refutación  lógico o experimental. Por ejemplo, afirmar la existencia del mundo externo y cual es la esencia de la  naturaleza es una pseudo-frase o frase sin sentido ya que no puede ser ni verificada ni refutada, por lo cual la ciencia no debe/puede ocuparse de ello. 
Por el contrario, determinar la probabilidad de que un electrón impacte en esta pantalla es una frase con sentido ya que puede ser verificado, luego es objeto de estudio científico. 
En esta corriente de pensamiento se situarían  la mayoría de científicos que siguen la interpretación “oficial” de la Mecánica Cuántica (Interpretación de Copenhague) con el gran físico Niels Bohr a la cabeza. ¿Pero es eso todo? ¿Tenemos que contentarnos con unas fórmulas que predicen, con una exactitud impresionante eso sí, lo que podemos medir, pero aceptando que la relación entre  cuántica y realidad está “aferrada con alfileres”?, ¿llegará otra teoría (como decía Einstein) que nos resolverá las paradojas de la Cuántica, o es la Cuántica otra manera de ver la realidad, que nos cuesta aceptarla porque es tan diferente a nuestra propia construcción mental?
Realismo, idealismo, constructivismo, solipismo, positivismo… espero que les haya mostrado que todo esto tiene que ver con la Cuántica y con el debate filosófico en torno a ella, debate que empezó hace unos 100 años y que todavía perdura, … debate abierto y debate que muchas veces se manipula y se saca de contexto, pero debate apasionante y que merece la pena planteárselo, porque no sé lo que es la Realidad, pero es la única que tengo…
aunque de eso … en cuántica… tampoco estoy seguro