sábado, 12 de julio de 2014

Sureando ...


He cruzado despacio la ciudad.
Por una vez,  voy sin destino
he salido a la calle para estar en la noche.

Tengo suerte esta vez:
toda la noche es mía y me envuelve

y me siento como si fuera a reunirte contigo y pienso
que quizás es bueno existir debajo de las estrellas.

Avanzo en la oscuridad y voy sabiendo 

que también es bueno ir por las calles y escuchar mis pasos
y sentir la noche de los que ya duermen
y comprenderlos como a un solo ser,
como si descansasen del mismo cansancio
todos en el mismo sueño.

Pero avanzo más.
Ahora veo
la pobreza insomne, veo el frío
blanco y carnal, y, finalmente, siento
que pesa mucho, demasiado,
mi corazón.

Y retorno.