jueves, 12 de marzo de 2015

Mentiras cuánticas... para obtener dinero.

De siempre me han hecho mucha gracia los iluminados cuánticos. 
Estos seres de luz que quieren sacarle el dinero al prójimo con el uso de palabrerío cientifoide que esconde una sinvergonzonería sin límite.  
Esos que cualquier análisis ligero de sus palabras muestra que están diciendo absolutamente nada. 
Que abusan de terminología cuántica para impresionar a los escuchantes.
El caso es que me estaré haciendo viejo porque lo que antes me parecía una tontería supina de la cual hacer un par de chistes más o menos “inteligentes” ahora es algo que me da miedo sin más. 
 Miedo y rabia, porque la cosa está tomando tintes peligrosos por ahí.  
Medicinas cuánticas, terapias cuántico-holísticas, energías vibracionales universales, resonancias positivoenergéticas, entrelazamientos holísticomultidimensionales, y mil tonterías más.
Amigas y amigos, estas idioteces nos pueden costar un disgusto. 
 Para empezar nos pueden aflojar el bolsillo.  
Los iluminados no solo viven de la luz y generalmente cobran por dar charlas sobre estas cosas.
 Pero eso no es lo peor, aunque no es desdeñable, lo peor es que podemos hacer tonterías que afecten a nuestra salud.
En esta entrada pretendo dar unas nociones para estar prevenidos sobre posibles magufos cuánticos que, aunque te hablen del bien universal, solo quieren tu dinerito.

1.-  Si te parece una tomadura de pelo es muy probable que lo sea


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No todos tenemos que ser doctorados en física cuántica, teórica, o lo que sea que queramos que tenga que ver con el tema.  

Pero todos sabemos cuando nos están tomando el pelo.

Es muy curioso que cuando se descubrió la electricidad todos los magufos se dedicaron a explicar las cuestiones universales con la misma, luego fue el turno de las radiaciones nucleares y ahora, en nuestro siglo XXI, le ha tocado el turno a lo cuántico.
Hay que reconocer que esta gente siempre está en el límite del conocimiento, lástima que en la dirección equivocada. 
 Hablar de cuántica suena a dos cosas:
a)  Cuanto sabe este señor y señora de esas cosas superdifíciles que yo no puedo entender.
b)  Si sabe tanto de tantas cosas difíciles porque no entiendo nada de lo que dice es que tiene que estar en lo cierto.
¿Seguro? ¿Me están queriendo decir que no huelen el timo a la legua? 
Generalmente, cuando alguien sabe de algo se esfuerza en hacerse entender, no en lo contrario. Un discurso alambicado y enrevesado con multitud de palabras que suenan a científico y complicado tiene que tirar de espaldas de inmediato.
Confíen en su criterio, si alguien se hace el listo, salgan corriendo.

2.-  La cuántica se entiende aunque no la entendamos


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Los brujos cuánticos se aprovechan de eso que circula por ahí que reza tal que así:
NADIE ENTIENDE LA MECÁNICA CUÁNTICA
Que si lo dijo Feynman, que si lo dijo Bohr, que si lo dijo uno que pasaba por allí.  La frase se dijo pero hay que entender en qué contexto se dijo.
La mecánica cuántica es una teoría física que describe procesos de los que nosotros no tenemos ni la más remota experiencia.  
Nosotros somos seres que medimos un metro, más o menos, que viajamos a un metro por segundo, más o menos, y que somos capaces de mover un kilo al largo de un metro por cada segundo, más o menos.  
Claro, eso nos pone en un lugar muy aburrido del universo porque las cosas interesantes, las cosas relativistas y las cuánticas están en extremos muy grandes o muy pequeños relativos a velocidades, energías y tamaños. 
 Nosotros no entendemos la cuántica en el sentido de que no podemos poner ejemplos de nuestra vida cotidiana para explicar los fenómenos cuánticos.
  Nuestro cerebro está diseñado para cazar mamuts no para describir electrones alrededor de átomos.
Por otro lado, la teoría la conocemos bien, tan bien que la hemos construido nosotros.  
Y más aún, gracias a esta teoría y lo que hemos aprendido de ella hemos sido capaces de construir:
-  Láseres
- Transistores
- Diodos
- Resonancias magnéticas
- Jugamos con antimateria
- Estamos a punto de tener ordenadores que superaran en potencia y eficiencia cualquier supeordenador conocido.
-  Diseñamos nuevos materiales con propiedades sorprendentes
-  Tenemos sensores y emisores wifi, bluetooth, etc.
Y todo ello gracias a la cuántica y sus aplicaciones. 
 Así que no entenderemos la cuántica pero la que hemos liado con ella ha sido impresionante y lo que queda por liar.
Así que, si alguien te dice que nadie entiende la cuántica mejor di:
Nadie puede poner un ejemplo sobre la cuántica
La teoría la controlamos bien y construimos aparatos con ella. 
¿Pueden decir lo mismo los magufos y/o timadores cuánticos?

3.-  La realidad la conforma el observador


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Esta chorrada es una de las piedras angulares del maguferío cuántico. 
 No es difícil encontrar por ahí alguna variante de las siguientes afirmaciones:
Las cosas solo existen si hay alguien observándolas
Si no te gusta tu realidad puedes cambiarla con buenos pensamientos porque la cuántica lo permite todo
Se positivo porque tu realidad colapsará a situaciones beneficiosas
Podríamos seguir pero este es el tipo de tonterías pero que no son más que malinterpretaciones de algunas afirmaciones, en mi opinión desafortunadas, de algunos físicos que han intentado interpretar la mecánica cuántica en términos que podamos entender.
Todo esto tiene su raíz en lo que se conoce como principio de superposición de la mecánica cuántica.  Este principio lo podemos describir así:
Un sistema cuántico puede estar en una superposición de estados que en nuestra escala son mutuamente excluyentes.
Es decir, que cuánticamente un sistema puede estar en un estado que contenga información de dos situaciones que en nuestro nivel son excluyentes. 
 Por ejemplo, que una partícula esté en un estado que nos diga que está situado en la posición A y la posición B (diferentes) a la vez, o que tenga una energía de 3 unidades y de 7 unidades, etc. 
 Eso es lo que se llevó al extremo con el ejemplo del gato de Schrödinger que estaba vivo y muerto a la vez, que solo es un ejemplo.
Lo malo es que nosotros no podemos ver esas superposiciones, no tenemos esa capacidad y cada vez que intentamos determinar en qué estado está el sistema nos dirá que está en una de las opciones de la superposición y solo en esa, el resto de las opciones desaparecen. 
 Claro está que si tenemos muchos sistemas en el estado superpuesto y hacemos medidas obtendremos que el estado final es solo uno de los de la superposición, pero en cada caso no sabremos cual vamos a obtener hasta no efectuar la medida. 
 La cuántica lo que nos dice es qué estados mutuamente excluyentes forman la superposición y con qué probabilidad aparecerán en una medida.
Es evidente que a nuestro nivel no tenemos ningún ejemplo de esta situación por lo que no tenemos ninguna forma de hacernos una imagen mental de qué es lo que ocurre.
  Esto ha llevado a múltiples intentos de explicación de este fenómeno, desde los más peregrinos hasta los más operacionales. 
 Desde el “calla y calcula” hasta “el universo se divide en tantas ramas como opciones haya en la superposición inicial al efectuar una medida”.
De entre estas explicaciones fisicosóficas hay una que es la preferida de los quantumagufos que se puede resumir en:
Hace falta un observador para seleccionar un estado de la superposición inicial con la que estemos trabajando.
Claro, aquí se abre la veda.  
Que si hay que tener consciencia para seleccionar el estado, o como dicen por ahí, colapsar el estado cuántico.  
Pero aquí van un poco más allá y dicen que si te concentras puedes elegir el estado final tras el colapso.  Y eso, amigos, es falso.
Es falso por varios motivos, así que si algún magufillo aficionado a la palabrería cuántica os habla de estas cosas podéis preguntar y afirmar:
a)  Si hace falta un observador consciente para que las cosas colapsen, ¿quién observa al observador?
  ¿Puede una parte minúscula de un sistema colapsar el conjunto?
Si todo es cuántico un observador y su consciencia también lo serán. 
 Por lo tanto para que el observador y su consciencia estén en un estado definido alguien tendrá que haberlo observado para colapsarlo. 
 ¿Ven la cadena infinita a la que podemos asomarnos con este argumento?
Desgraciadamente muchos físicos de renombre han dicho cosas en este sentido. En mi opinión solo son opiniones filosófica acerca de una teoría física que controlamos extremadamente bien a nivel operacional y predictivo.  
Que no podamos expresarla con ideas mentales cotidianas es un problema, importante e interesante, que no la convierte en una teoría esotérica y que no la convierte en magia.
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b)  Si todo el universo es cuántico y todo lo que existe está en el universo, ¿quién colapsa al universo?  O dicho de otro modo, cuando tú estás solo y aislado de cualquier “observador consciente”, ¿estás en un estado definido o no lo estas?  
La respuesta es sí.
En ninguna de las ecuaciones de la cuántica, que son las cosas con las que hacemos predicciones experimentales y con las que construimos aparatos, aparece por ningún sitio la necesidad de un observador consciente. 
Todo esto no es más que la parafernalia filosófica a la que nos empuja la cuántica por estar tan alejada de nuestras experiencias diarias.
Pero nadie dijo que nosotros fuéramos el estándar de la normalidad en este increíble universo.

4.-  Todos estamos conectados cuánticamente. ¡No!


Esta es otra de la joyas de la chorrada mística de la cuántica,el malinterpretado y perniciosamente malentendido entrelazamiento cuántico.
El entrelazamiento cuántico es una genialidad de la naturaleza, una perla, una delicatessen.  
Consiste en que hay sistemas que pueden ser divididos en dos partes. 
 Esto no supone un problema, un sistema se divide un punto. 
 La maravilla es que, en contra de lo que estamos acostumbrados, cada una de las partes del sistema no pueden ser descritas por separado, siguen formando un único sistema, da igual lo lejos que estén las partes separadas, siguen siendo un único sistema.
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No es fácil apreciar esto que estamos comentando y la mayoría de las explicaciones a las que se tiene acceso a nivel popular son erróneas, parciales y poco ilustrativas, cosas que pasan.  
Pero lo que sí podemos hacer ahora es aclarar unas cuantas cositas:
a)  El entrelazamiento cuántico no es una característica general de la naturaleza. Es decir, no todo está conectado de manera natural, se tienen que dar unas condiciones extremadamente delicadas para generar y mantener el entrelazamiento.
b)  Un entrelazamiento se puede romper a la más mínima interacción del sistema entrelazado con cualquier otra cosa.  No es nada fácil mantener un sistema entrelazado.
Podéis imaginar que cuando te dicen que puedes tener acceso a un conocimiento ancestral y universal porque todos estamos conectados entre sí por entrelazamiento cuántico lo más sensato es reaccionar de este modo:
Laugh
Ni telepatías, ni conocimientos universales a los que podemos acceder, ni conexión de todo con todo desde el big bang.  
Paparruchas.  El entrelazamiento será importante en un futuro para almacenar información y para manejar ordenadores cuánticos pero no para contarnos cuentos de hadas postmodernos.

5.-  Si tienes dudas, pregunta por ahí


Si tienes alguna duda sobre si algo cuántico es una magufada o un cuento malintencionado siempre puedes acudir a sitios como este:
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Quien dice una facultad de física, dice un foro, un blog como este o un sitio llamado Google.  No sé, improvisa algo seguro que se te ocurre la forma de saciar tu necesidad de información.
Tened cuidado con las tonterías cuánticas porque muchos se están aprovechando de la falta de conocimiento que solemos tener sobre estos temas para sacarnos el dinero. 
Y lo peor de todo, si nos metemos en medicinas o terapias cuánticas la cosa se puede poner muy fea.
Sean críticos y como siempre digo:
Si usted enferma vaya a un médico y si necesita resolver la ecuación de Dirac del átomo de Hidrógeno vaya a un cuántico.
Nos seguimos leyendo