jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Cómo se comparan las estrellas supergigantes e hipergigantes con nuestro sistema solar?

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Estrella supergigante azul comparada con las órbitas de Marte y Júpiter

El universo está lleno de enormes planetas que hace ver a la Tierra como poco más que una mota de polvo en una montaña. Ni siquiera tenemos que salir del Sistema Solar para encontrar gigantes que ponen en vergüenza a nuestro planeta. Júpiter, por ejemplo, tiene 63 lunas, algunas de ellas más grandes que otros planetas del Sistema Solar (como la luna Ganímedes, la cual supera en tamaño a Mercurio). De manera similar, la Gran Mancha Roja (la tormenta más grande en Júpiter) podría engullir a dos Tierras, y 1300 de ellas podrían caber fácilmente en ese mismo planeta.
Por decir lo menos, Júpiter es enorme. Pero desde luego, Júpiter no es el rey del Sistema Solar. Obviamente, ese título lo posee el Sol, dentro del cual podrías meter 1.3 millones de Tierras. Eso puede parecer impresionante, pero hay muchas más estrellas que harían palidecer a nuestro Sol. De hecho, existen estrellas que hacen ver pequeño a casi todo el Sistema Solar, como las azules supergigantes.
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Comparación entre el Sol y la gigante azul Rigel (Beta Ori), la cual es aproximadamente 60 veces más grande que nuestra estrella. 
Para comenzar, los términos “hipergigante” y “supergigante” son bastante generales. Normalmente, son usados con cierta libertad para referirse a las estrellas más grandes y luminosas en el universo (y por ende más energéticas). El término exacto que uno debería usar depende la estrella específica que uno está tratando (su tamaño y luminosidad). Hay amarillas hipergigantes, rojas supergigantes, azules supergigantes, etc. No necesitas todas las especificaciones sobre los límites entre unas y otras. Por ahora, es suficiente con decir que las estrellas más frías son rojas, las más calientes son azules, las “súper” son un poco más luminosas que las “híper”, y éstas últimas son las más grandes de todas (aunque tanto las “súper” como “híper” son tremendamente grandes).
Esto significa que las azules supergigantes son completamente impresionantes. Aunque no son las más grandes, sí son las más brillantes y energéticas. Pueden tener luminosidades que van de 10,000 a 1 millón de veces la del Sol. Ahí, las temperaturas superficiales están entre 10,000 y 50,000 K. A manera de comparación, en las superficie de nuestro Sol solo se alcanzan 5,700 K, así que si una azul supergigante remplazara al Sol, toda la vida sería arrasada de la superficie terrestre.
Y, como su nombre lo indica, estas estrellas son enormes… súper enormes. Rigel es probablemente la supergigante mejor conocida. Se encuentra en la constelación de Orión y posee unas 20 veces la masa del Sol. Emite 60,000 veces más energía y es 60 veces más grande que el Sol. Pero hay estrellas aún más impresionantes. Las azules supergigantes pueden alcanzar tamaños de hasta 1,000 veces el de nuestra estrella. Esto significa que si una de ellas estuviera en el centro del Sistema Solar, casi alcanzaría la órbita de Júpiter (en esencia, engulliría buena parte de nuestro sistema solar).
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Comparación de tamaños entre las estrellas NML Cygni , VY Canis Majoris y el Sol, cortesía de Astro Explorer.
Si crees que estas estrellas son increíbles, entonces las rojas hipergigantes te dejarán con la boca abierta. NML Cygni es una de las más grandes que se han descubierto. Tiene un radio de 1,650 veces el del Sol. Si fuera puesto en el centro del Sistema Solar, su superficie se extendería más allá de la órbita de Júpiter, hasta la mitad del trecho entre éste planeta y Saturno. Así que adiós a Mercurio, Venus, Tierra, Marte y Júpiter, junto con todas sus lunas. Y esto sin contar las sorprendentes tormentas solares que emanarían de ella. Si consideráramos toda su actividad estelar, pocas cosas en nuestro sistema solar tendrían oportunidad de sobrevivir.
Finalmente, hay una gran número de estrellas más grandes y brillantes que nuestro pobre Sol. Sin embargo, aún pienso que el nuestro es un poco más sorprendente, pues hasta donde sabemos, la nuestra es la única estrella —y nuestro planeta el único— que ha dado lugar a la formación de vida.
 Y eso, creo que los hace bastante increíbles.