miércoles, 18 de noviembre de 2015

Voy a la lluvia... Apenas Penas.


Voy a la lluvia (un modo del destierro),
y la lluvia me tizna de tristeza,
como un ángel de espinas al acecho
con lágrimas y flechas.
La lluvia es una forma del recuerdo,
litúrgica y blasfema,
que pronuncia tu nombre sin quererlo
igual que un veredicto de inocencia.
Toda lluvia me ronda
desde el verde cristal de tu mirada
con un dejo de pálida congoja
y un antiguo recelo de nostalgia.
Mírame siempre,
que en la lluvia me vuelvo transparente.


Incluido en Llevarás en la piel.