domingo, 13 de diciembre de 2015

Apaga la luz...

Debe haber algo más.

 Lo supongo pero no lo puedo aseverar; y en este caso la duda no me genera un desvelo, puedo convivir con ella

 (Quizás sea por la resignación de que no hallaré una certeza;
 y si la hallo, ya estaré del otro lado de la vida).

En matemáticas, la inclusión del cero permite
 explicar la ausencia o el vacío.

Y su extremo opuesto, esto es, la noción de infinito,
 lleva consigo lo que no alcanzamos a expresar, 
lo que concebimos como un absoluto o, 
si se quiere, casi una totalidad.

- Ya basta.

- ¿Por? ¿Qué pasó?

- ¿Para qué diablos te sirve preguntarte esas cosas?

- Hum...Supongo que para tener una visión más amplia del mundo.

- Te hubieras dedicado a la Astronomía.

...¿Y quién te dijo que no me dedico a esa disciplina?

Si por las noches miro a la luna posarse en mi ventana; 
usando como elemento el telescopio de mi corazón,
 buscando estrellas y deteniéndome en la más bella, 
que brilla siempre para tí, a pesar de esos berrinches,
 los tuyos, que logran alcanzarme en forma de meteoritos.

Ahora me pregunto… 
la totalidad del infinito es… si...si...está bien.

 Hasta mañana.