Así era, con los matices propios de la real tarea desde luego, el pregón que los serenos de la Buenos Aires colonial voceaban a los vecinos para informarles la hora y el estado del tiempo, así, de esta manera simbólica voceo mi reciente cumpleaños, sereno.
Quizás las cosas estén muy lejos de ser lo que esperaba, no siempre tenemos el control de las circunstancias en las que nos toca movernos, pero coherente conmigo mismo no perderé la cabeza por aquellas cosas cuya resolución escape a mis propios esfuerzos, si en cambio me ocupare de lo que yo mismo pueda modificar, hace tiempo ya que lo he convertido en una línea de conducta y no existen razones para que cambie.
El 63 aniversario de mi nacimiento me encuentra nuevamente con muchísimas cosas pendientes, proyectos, ganas, algo enteramente lógico, que iré resolviendo con el paso del tiempo, espero que me alcance.
Tengo 63 años, quizá deba repetirlo muchas veces más para que me quepa totalmente en la conciencia y en la alegría, no soy como imaginaba que sería en mi adolescencia pero soy lo que en la vida he vivido, tengo virtudes y defectos valores y faltas como todo el mundo, solo espero que al momento de poner las cosas sobre la balanza mi ecuación sea mas rica en los primeros que en los segundos.
Desde las 09:20 del 14 de diciembre soy un año mayor que antes y de corazón espero ser un año más sabio que antes.
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