domingo, 17 de enero de 2016

Derrotero Naval... Apenas Penas


La sirena nostálgica desgrana  
su gorjeo coral a cielo abierto,  
con presagios de dulce desacierto
se enamora de un pez cada mañana.
La quiso el tiburón con furia vana
y el cangrejo vocal le dio un concierto
a orillas del Mar Muerto 
con un chelo vienés y una campana. 
Hacen cola el delfín y el pez payaso 
y la niña de lágrimas de raso 
se quita las escamas del vestido.
Derrotero naval de noche oscura,
celeste singladura
en la cresta del último gemido.

Del libro Llevarás en la piel.

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