viernes, 15 de enero de 2016

El señor de las cucarachas... Bueyes Perdidos.


La vida llena a las personas de analogías, estas unen al hombre común con el sabio histórico, una de las últimas cosas gratuitas que hay.

 A que me refiero, un sencillo ejemplo, cuenta la leyenda que Isaac Newton descansaba debajo de un manzano, una de las frutas cayó sobre su cabeza, 
eso habría hecho, la caída no el golpee, que razonara la ley de gravedad,
 previo inventar buena parte de la matemática de manera que le sirviera para trasladar a fórmulas sus deducciones.

 ¿Dónde esta la analogía?, bien, esta mañana fui despertado por la caída, desde el techo de mi dormitorio, de una cucaracha que dio de lleno en mi cara, misma gravedad que a don Isaac, menos delicadeza; así que para no ser menos que el famoso sabio, he decidido reflexionar.

Mi intrépido visitante es parte de una importante comunidad que habita mi casa, al que su destino lo ha acercado.
 El hijo prodigo abandono de nuevo el hogar y se dispuso a reconciliarse con la extrañada soledad.

Una de las primeras noches, después de rociar buena parte de la casa con insecticida, al contemplar una dantesca escena de cucarachas corriendo sin rumbo, de diferentes especies, para morir irremediablemente, pensaba si no sería una metáfora de este momento especial de mi vida, pero mejor darle un poco más de crédito al optimismo que a ese tipo de pensamientos.

El monarca nuevamente tiene reino, aunque esta pensando seriamente en la calidad de sus vasallos, como sea, sin televisión por elección, con música, libros y la computadora, se materializa la mejor de las musas, la soledad, que va de la mano de una cierta paz y una clara libertad de pensamiento, no digo que vaya a escribir bien, solo que lo haré quizás con más frecuencia, si los insectos no sabotean mi abnegada PC, he dicho.

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