viernes, 12 de febrero de 2016

Ni Estrella Ni Planeta sino Todo lo Contrario


Mucho se ha hablado estos días sobre las estrellas con temperaturas similares a las del cuerpo humano y como era de esperar, para muchos entra en conflicto con la lógica. 
Si su temperatura es tan fría no puede ser una estrella, será un planeta muy grande. 
Pero la evolución estelar no es tan sencilla y nos sorprende cada día con nuevos descubrimientos.


Existen muchos tipos de estrellas y para poder clasificarlas, los astrónomos se basan en sus parámetros físicos, como su temperatura o su masa y para ello se estudia su espectrometría.
  La luz que recibimos de las estrellas se descompone en la gama de colores del espectro electromagnético, que va del azul al rojo, pero también aparecen ciertas rayas o líneas bien definidas dentro de ese espectro, que se corresponden con los elementos químicos de la superficie de la estrella.
 En base a esto, se ha diseñado un esquema de clasificación estelar ordenado según su tipo espectral, es decir, su temperatura, que va de las más calientes a las más frías.


Este esquema se corresponde también con el color de las estrellas. Las más frías del tipo espectral M (con temperaturas que no superan los 2.500º C ) 
se corresponden con el rojo y las más calientes de tipo espectral O 
(con temperaturas que alcanzan los 40.000º C )se corresponden con el azul.
 En medio están las amarillas como nuestro Sol de tipo espectral G 
(cuya temperatura superficial es de 6.000º C ). 

Hasta que en el núcleo de la estrella no se alcancen temperaturas de algunos millones de grados no se producirán transformaciones nucleares y mientras eso no ocurre, la cantidad de energía que emiten será muy pequeña y se consideran Protoestrellas.

Ahora bien, dentro del tipo espectral existen otros 2 sub-tipos de espectro en el que se incluyen lasEnanas Marrones.
 Estos son: del tipo T. Las Enanas Marrones son “objetos” más pequeños que una estrella convencional pero más grandes que un planeta gigante, que son capaces de fusionardeuterio (que es hidrógeno pesado) a partir de las 
13 masas jovianas (1 masa joviana es el equivalente al tamaño de Júpiter).
 Cuando alcanzan las 65 masas jovianas también son capaces de fusionar litio. La mayor parte de la radiación emitida por el tipo espectral está en el infrarrojo cercano, es decir, emiten mayormente calor y su temperatura superficial oscila entre los 750º C y los 2.200º C. 
Cuanto mayor sea la Enana Marrón, más rápido quemará su combustible y tenderá a enfriarse emitiendo solamente calor residual.

Es el caso del nuevo tipo de estrella descubierta recientemente y clasificada en un tercer sub-grupo de Enana Marrón con calificación Y dentro del espectro.
 Son Enanas Marrones grandes y viejas, de unas 50 masas jovianas, que quemaron su combustible en su juventud y cuya temperatura superficial actual es similar a la del cuerpo humano.
 Lo sorprendente de estas estrellas es que se encuentran en gran cantidad en nuestro vecindario (se han descubierto unas 100 Enanas Marrones de las cuales 6 son del tipo espectral Y), dando que pensar a los astrónomos que quizás se formaron muchas más estrellas fallidas de nuestra nube primordial, que estrellas exitosas en sí mismas y que por tanto, sean mucho más habituales de lo que cabría esperar. 
Se cree que de nuestra misma nube primordial se han creado entre 10 y 60 estrellas con éxito a nuestro alrededor además del Sol, dispersas en un radio de 100 Parsecs (326 años luz).

Así que las Enanas Marrones no son ni estrellas ni planetas, son otra cosa que deberemos clasificar como objetos únicos en sí mismos, con el tiempo. 
Y si son tan abundantes como parece,
 ¿Es posible que buena parte de la materia oscura sea debida a ellas?

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