Una adivina le dice a un inversor,:
‘Veo aquí una muy larga vida, poblada de nuevos proyectos interesantes...
veo casados a sus hijos... también veo nietos...’
(mirando más de cerca la bola)...
‘y
hasta me parece ver bisnietos...
En fin, ¡una larga vida por delante!’.
Verá crecer y crecer sus inversiones inmobiliarias...
El hombre agradecido, le da unos billetes y comienza a caminar.
A lospocos pasos, siente un terrible dolor de pecho,
y se desploma fulminado.
La adivina, que ha seguido la escena,
se queda mirando el cuerpounos instantes,
y con reflexivo aire de sorpresa, musita:
‘¡Osú mi arma, Cómo pasa el tiempo!...
¿¿¿ ... ???
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